Fantasías sobre la realidad y ocurrencias varias
martes, 13 de diciembre de 2011
martes, 1 de noviembre de 2011
EL VERDADERO EJE DEL MAL
Hacía tiempo que lo sospechaba pero ahora estoy segura. Existe una conspiración internacional de lavadoras y secadoras para minar los cimientos de la civilización mediante una purga selectiva de las expresiones más logradas de nuestra sofisticación indumentaria : la ropa interior.
Llevo dos semanas en Ginebra y ya he perdido una braga y un calcetín. Cualquiera sabe en qué lugar del mundo o del universo aparecerán pero lo cierto es que yo voy a tener que pasarme sin mis calcetines de la suerte y la desazón que eso me provoca puede tener unas consecuencias tan imprevisibles y catastróficas como las del efecto mariposa.
jueves, 27 de octubre de 2011
sábado, 24 de septiembre de 2011
ASTROLABIU
El otoño es una estación de lo más conveniente para enamorarse. Con algo de suerte, garantiza dormir con los pies calientes en invierno. Ya sé que para los estándares de hoy seis meses son una eternidad, pero soy una antigua, qué le vamos a hacer.
Por otra parte, también es la peor época para sufrir un mal de amores, con esa lluvia y ese tiempo gris que no ayudan nada a levantar el ánimo. Hay que calibrar muy bien si lanzarse o no a las prometedoras aguas del romance porque la cosa ya está bastante chunga como para encima acabar con el corazón hecho un guiñapo.
En mi afán por contribuir al bienestar humano, he decidido darle al asunto la importancia que se merece y, con todo rigor, llevar la subversión a las predicciones astrológicas para cada signo en asuntos amorosos:
Aries: Vas a tener muchos aspectos difíciles pero aún así te tirarás de cabeza, si no, no serías tú. En fin, buena suerte.
Tauro: Con Júpiter en tu signo muy mal lo tienes que hacer para no ligar. Procura tener champán en la nevera, pero no desabastezcas el supermercado aunque lo tengan de oferta, que te conocemos.
Géminis: Tal cual lo pintan los astros, más te vale hacerte pasar por un Libra. ¿Algún problema? No, ¿verdad? Pues hala.
Cáncer: Como no tienes el don de Géminis, te sugiero que aproveches esta etapa para meditar, aprender chino o hacer un puzzle de 3000 piezas. Arriésgate si quieres, pero luego no vengas llorando.
Leo: Marte en tu signo te confiere un ímpetu desmesurado, impresionarás un montón, pero que no se te vaya la mano no sea que asustes. No rujas tanto y ronronea más, también funciona ¿sabes?
Virgo: Mercurio en tu signo te ha dado mucho en lo que pensar últimamente, por si no analizabas poco las cosas. Ahora te encuentras mentalmente agotado y un enamoramiento te supone un desafío intelectual demasiado intenso. Vale, lo entendemos, otro año será.
Libra: ¡Atención! Que ningún Libra salga a la calle sin escolta. El Sol y Venus en su signo multiplican sus encantos y nadie debe mirarlos sin gafas ahumadas. Menos mal que Saturno también está ahí poniendo alguna que otra pega, si no esto sería muy poco deportivo.
Escorpión: Es muy probable que no te comas un rosco, puesto que Júpiter, la fortuna, te da la espalda. Aunque, conociéndote, intentarás pellizcarle el trasero. Tú mismo, si te cae un rayo encima ya sabrás porqué.
Sagitario: Bueno, ya era hora de un respirito, ¿no? Lo de ser el objeto sexual favorito de todo el mundo te tiene extenuado, pero ahora podrás aprovechar para limpiar el garaje, ir de acampada o matricularte en filosofía. Igual hasta te enamoras, ahora que no hay nadie mirando.
Capricornio: Ninguna posibilidad de romance a la vista. Con lo tranquilo que tú estás, qué alivio, ¿no? De nada.
Acuario: Vas a tener a Marte en frente una temporadita. Si te van las peleas tontas y las reconciliaciones apasionadas, éste es tu momento. Si no, quédate en casa e inventa algo genial, la cosa es no aburrirse.
Piscis: Mira, será mejor que eches mano de tus amores platónicos porque real, lo que se dice real, ni por asomo. Eso sí, podrías imaginar que te has enamorado y aprovechar para componer música o escribir, igual lo clavas esta vez.
martes, 6 de septiembre de 2011
MAULLIDO III
Platina valorando el resultado de mis esfuerzos creativos. Según su opinión, debería redondear el asunto un poco más. Todo el mundo es un crítico, sí, ya lo sé.
sábado, 3 de septiembre de 2011
ABIERTO POR VACACIONES
Se terminó el mes de agosto y menos mal porque ha sido una auténtica pesadilla. Y es que ver a nuestros políticos trabajando a destajo durante las vacaciones acojona más que las profecías sobre el fin del mundo. O será que el final de los tiempos ha llegado ya. Al menos el de aquellos días en los que durante el mes de agosto no pasaba nada porque, a parte de ser un mes inhábil para la Administración (lo cual es de por sí una garantía de tranquilidad), al estar todo el mundo de vacaciones resultaba que: a) no había nadie que pudiera causar un estropicio y b) si se producía un estropicio fortuito no había nadie para detectarlo, con lo cual, todo, lo bueno y lo malo se postergaba a septiembre.
El resultado era un mes tremendamente irreal en el que, paradójicamente, descubríamos que el mundo no se acababa porque frenásemos nuestra laboriosa actividad y que para lo único que resultamos imprescindibles es para crear problemas. Descubríamos que lo ilusorio estaba en esa cotidianidad surrealista en la que andamos desbocados los once meses restantes del año y no en el atisbo de comprensión de ese extraño en bañador que nos devuelve la mirada en el espejo.
Claro que, esa toma de conciencia puede ser muy desestabilizadora y hay quien se las arregla para llenar el mes de viajes agotadores o de un ajetreo de actividades tal que no le haga añorar su habitual delirio, que es bastante más manejable que un derrumbe de esquemas.
Pero también ocurre que hay quien aprovecha la circunstancia para sacar conclusiones y tomar decisiones. En el gobierno deben haber discurrido que con tanto paro la gente ya dispone de demasiado tiempo libre para pensar y que el potencial iluminador del mes de agosto podía llegar a niveles críticos entre tanto parado y tanto indignado. Por eso se han propuesto oscurecerlo con una sobredosis de actividad, metiéndole mano nada menos que a la Constitución, toma ya.
Alguien, la Organización Mundial del Trabajo, Amnistía Internacional o la Cruz Roja debería tomar cartas en el asunto y prohibir a los políticos trabajar en periodos vacacionales. No hay derecho.
miércoles, 24 de agosto de 2011
MAULLIDO II
Platina opinando que las leyes del karma se han entendido al revés porque no hay vida mejor que la suya, salvo la de sus pulgas (si las tuviera) pero que tampoco tiene prisa por reencarnarse y comprobarlo.
lunes, 8 de agosto de 2011
AUSENCIA
Las calles huérfanas de tus pasos
se agrietan
y de sus brechas oscuras
brotan espinas de hierro.
Los edificios privados de tu sombra
se calcinan
y los balcones lloran
pétalos de flores secas.
La ciudad sin ti sabe a herrumbre y agonía.
La ciudad sin ti se desmorona
y la dicha que una vez la transitó
canta olvidada
bajo sus escombros desolados.
martes, 2 de agosto de 2011
ECONOMÍA SUBVERSIVA VI
Tengo una amiga muy sabia que dice que el secreto de una vida feliz consiste en tranquilidad y buenos alimentos. La mejor traducción al román paladino que he oído en mi vida del tradicional mens sana in corpore sano, sin pedantería y directo a la sesera. Además carece de cualquier resonancia atlética, que lo hace todavía más fácil de asumir para los que no estamos dispuestos a correr ni para coger la guagua.
Lo malo es que, por simple y clara que sea la receta, a la mayoría nos cuesta muchísimo mantener el cuerpo y la mente libres de toxinas. Y no se trata solo de poner voluntad y cuidado, es que cuesta una pasta, porque ni un buen psicoterapeuta ni una dieta sana son lo que se dice baratos. Lo que me lleva a otro dicho de otra amiga igualmente sabia que reza la buena vida es cara, la barata no es vida, otro acierto que no tiene discusión, se mire por donde se mire.
Pero al mismo tiempo, cubrir estas dos necesidades básicas tiene un efecto catastrófico para el sistema, por eso la Seguridad Social no se encarga de promover la salud mental, que es lo que le correspondería. Una mente verdaderamente sana es inmune al consumismo exacerbado en que se basa todo el tinglado y acaba generando un metabolismo eficaz que impide enfermar al cuerpo. Y a ver cómo nos colocan entonces el último cacharro tecnológico o la última vacuna contra la última gripe. ¿Mente sana? ¿Estamos locos o qué?
lunes, 1 de agosto de 2011
MAULLIDO I
Platina diciéndome de forma inequívoca que no se me ocurra volver a salir por la puerta y dejarla sola otra vez.
viernes, 29 de julio de 2011
CON FALACIAS Y A LO LOCO
Las grandes religiones y las tradiciones sapienciales de las que tenemos noticia han logrado identificar con gran acierto los males que asolan el alma humana. Sin necesidad de ir más lejos, el listado de los pecados capitales según la Iglesia Católica es un buen compendio de las aflicciones que pueden convertir nuestra existencia y la de otros en un infierno. Pero un buen diagnóstico, por indispensable que sea, no basta por sí solo para curar la enfermedad. Hasta que no irrumpe el psicoanálisis y comienza a arrojar luz sobre los miedos y deseos inconscientes que generan tal desorden de las pasiones las únicas armas de las que la Iglesia se podía valer para combatirlo consistían en apelar a la fuerza de voluntad de los fieles y a la gracia divina. Y no es en vano que la palabra pecado derive etimológicamente de otra que significa tropiezo, ya que lo que subyace en él es un tremendo error de juicio fruto de la inconsciencia. Pero en algún momento nefasto esa comprensión de las limitaciones humanas quedó empañada por los que optaron por la vía de combatir al pecador condenándolo, persiguiéndolo y aniquilándolo en vez de combatir al pecado mismo, mucho más inaprensible y aparentemente imposible de vencer si no era por la divina intercesión.
Hoy día hemos avanzado algo y la Iglesia, contrariamente a lo que pueda parecer, también se ha sumado a ese avance. Pero últimamente, las únicas voces que se escuchan son las de los que recuerdan constantemente su pasado oscuro o las atrocidades actuales y las de los que se empeñan en que su mensaje se adapte a los tiempos cuando lo que en realidad pretenden es que se adapte a su propia conveniencia aunque para ello se tenga que despojar ese mensaje de toda coherencia.
Y yo me pregunto cuántos de éstos habrán hablado recientemente con un sacerdote y si sabrán que hay muchos que en vez de atizarte con el crucifijo o imponerte ridículas penitencias te recomiendan visitar a un psicólogo. Y después te dan la bendición. Por eso me desconcierta y me preocupa que gente muy formada, incluso versada en teología y psicología, arremeta contra la Iglesia (o contra quien haga falta) haciendo uso de las mismas artimañas tergiversadoras de las que la acusa. Doctores tiene la Iglesia, dicen, pero si son como éstos a mí que me traigan un veterinario. Al menos ése no querrá hacerme comulgar con ruedas de molino.
martes, 19 de julio de 2011
METALENGUAJE
Mi madre lo ha vuelto a hacer. Sin pretenderlo, me ha colocado una vez más entre la espada y la pared y me he tenido que estrujar los sesos para salir del atolladero y comprender que todo es cuestión de semántica.
Se ha pasado meses preguntándome cada día qué iba a hacer de comer para después, ante mis dudas, insistirme en que tenía que confeccionar un menú semanal o quincenal, ya que así todo me resultaría más fácil.
Y también más aburrido, pensé yo. Bastante tedioso es ya ir al supermercado y estar pendiente de que las cosas no se quemen, o no se peguen o no se evaporen sin más en el éter. Igual de triste me resulta emplear el tiempo en tener perfectamente inventariado el contenido de la despensa y el de la nevera, sin el margen para la improvisación y la genialidad que otorga el verse de pronto con dos zanahorias y media cebolla cuando la tienda acaba de cerrar. Eso sería reducir el arte culinario a una rama de la contabilidad y yo por ahí no paso. Si encima tengo ya previsto lo que voy a cocinar ¿dónde está el reto?
Pero ocurre que no soy de piedra. Bueno, un poco sí. Pero hasta las piedras se agrietan si todos los días les cae una gotita de agua en el mismo sitio y la campaña de mi madre terminó haciendo mella en mí el pasado fin de semana.
El domingo por la noche le anuncié que había hecho un menú para quince días (ojo, no una semana sino dos) y que cuando quisiera saber qué iba a comer al día siguiente sólo tendría que mirarlo en el tablón de la cocina.
Hice mi anuncio con el mismo orgullo y hambre de aprobación materna que una niña de cuatro años dispuesta a mostrar un cuadro hecho de macarrones coloreados. Menos mal que soy mayorcita y tengo mucho rodaje con mi madre porque su reacción le habría provocado un ataque de violencia histérica al más pintado. Su respuesta fue y un rábano, te lo preguntaré a ti. El desconcierto sólo me permitió preguntar ¿encima pretendes que lo memorice? Cuando respondió pues sí a mi solo se me ocurrió contestar ¡Pues cuando me preguntes te mandaré al tablón!
Más tarde me dediqué a meditar sobre todo el asunto, convencida de que aquella crueldad desquiciante digna de un guión de Hitchcok no podía ser premeditada. Tenía que ser por fuerza el efecto colateral y catastrófico de algo más gordo y que no podía vislumbrar debido a la polvareda provocada por el derrumbe de mi menú. Necesitaba una perspectiva más amplia porque no podía ver más allá de mis narices y aquello no podía ir sólo de comistrajes, tenía que haber algo más. Entonces se hizo la luz y me vino a la mente el término que contenía la amplitud necesaria para explicar todo el desaguisado: nutrición. Un concepto que implica otras vísceras a parte del estómago, como el corazón y el cerebro y que se nutren de afectos y de ideas. Y ahí estaba la clave, escondida entre las mismas palabras que la revelaban. Sólo había que traducir y entonces el diálogo deseado quedaba de la siguiente manera:
—¿Ya sabes qué vas a hacer de comer hoy?= ¿Hoy me quieres?
—Sí= Sí
—¿Y qué vas a hacer? = ¿Y cómo me lo vas a demostrar?
—Gazpacho y pescado a la portuguesa = Con vitaminas, minerales y fósforo, todo natural y sin lateríos.
—Mmm, qué rico = Mmm, cómo me cuidas.
Supongo que si le diera mas achuchones no me exigiría demostrarle mi afecto a base de plantearme sudokus gastronómicos todos los días, pero cada uno es como es y yo no puedo evitar tener la actitud amorosa de un erizo igual que ella no puede evitar tener la de un oso panda. Lo que sí puedo hacer es mandar al diablo el menú y contestarle con seguridad y rapidez lo primero que se me ocurra cuando vuelva a preguntarme, porque tanto si le digo que voy a hacer una deconstrucción de huevo à la pomme de terre como si le digo que voy a cocinar una tortilla le va a sonar igual de bien. El caso es que le diga cuánto la quiero, dando los rodeos que haga falta.
lunes, 18 de julio de 2011
JUAN JOSÉ CARDONA EN ESTADO DE GRACIA
Igual me arrepiento dentro de poco pero hoy tengo que reconocer que me está gustando la forma de actuar del alcalde de Las Palmas de Gran Canaria. Mi natural optimismo me lleva a contemplar este prodigio como un motivo para la esperanza y no como un signo del Apocalipsis, que es lo que sugiere mi muy cultivado pesimismo. ¿Será verdad que tenemos delante a un político capaz de liderar un cambio real en la democracia de nuestra ciudad o será un espejismo de tantos que nos distraen con el único objeto de robarnos la cartera?
El caso es que está haciendo lo que no recuerdo haber visto en mucho tiempo en política: está dando explicaciones y animando de forma inequívoca la participación ciudadana. Y, lo que es más importante, lo está haciendo sin mostrar miedo ni asco. Podría decirse que bajarse de una tarima para responder al público en general y a los indignados en particular es una técnica facilona en la que cualquier coach te pone al día en un pispás y que a la mayoría de los indignados se les deja sin argumentos con un pequeño breviario ad hoc tal como hizo Soria no hace mucho. Podría argumentarse también que su artículo de hoy en el periódico sobre la financiación de eventos culturales en la ciudad y su ofrecimiento de propiciar un debate serio sobre la cuestión no es sino una maniobra publicitaria para adelantarse a las críticas por los recortes que se avecinan. Podría decirse todo eso y probablemente mucho más y quizás nunca sepamos si es verdad o no.
Pero lo que sí es cierto es el mensaje que transmite el subtexto y que es bastante más difícil de manipular que el del texto principal. Ese mensaje va pregonando, sin megáfonos ni consignas, que es capaz de hablar con quien sea y de escuchar a quien haga falta con la única exigencia del respeto mutuo. A muchos capitanes sus hombres les han seguido a una guerra por menos. Quiero pensar que ese carisma que está empezando a mostrar no sea un artificio y que sirva para aglutinar a esta ciudadanía desencantada en un verdadero proyecto común. Ese sí sería un auténtico logro y no el de la capitalidad cultural europea.
lunes, 11 de julio de 2011
ALIMENTANDO PASIONES
En este mes de julio a nuestro Gobierno se le ha quedado corto el arsenal contrapropagandístico de su aliada Tele 5 ya que, ni la reconfortante escoria ajena que destilan sus platós, ni el subidón de autoestima que promete la repetición de la final del mundial de futbol le asegura un verano tranquilo y a salvo de nuevas oleadas de indignación.
Es en este mes cuando el ejecutivo planea aprobar la ley de reforma de las pensiones, ahora en proceso de enmiendas y en la que se van colando cosillas como la integración del régimen especial de empleadas del hogar en el régimen general.
Esta reforma, la más drástica de todas por sus repercusiones a corto, medio y largo plazo, no ha suscitado el debate serio y la explicación detallada que exige ni lo hará. No interesa aclarar que el Estado del Bienestar se cae a trozos ni que la gestión de los recursos públicos ha sido desastrosa.
Me barrunto que por eso, y antes de que a algún columnista falto de inspiración le de por investigar en las actas de la comisión que está trabajando en esta ley, han cargado contra la SGAE de la forma en que lo han hecho. Les ha salido redondo, porque tienen a todo el país salivando con la mezquina esperanza de que le caiga un paquete de antología. En ese espejismo de que por fin se empieza a hacer justicia andamos todos confiados y predispuestos a pensar que algunas cosas se hacen bien, casi de puta madre. De manera que ¿para qué perder el tiempo con los tecnicismos actuariales de la Seguridad Social si al final no entendemos nada y seguimos igual de cabreados además de sentirnos un poco más catetos? Pero la leña contra cualquier privilegio ajeno, real o fantaseado, la entendemos en seguida y la aplaudimos sin cuestionarla.
Sospecho que no es sino una cortina de humo, pero eso el tiempo lo dirá. Lo que sí es seguro es que en este país hemos elevado la envidia a la categoría de filtro de la realidad, despojando de méritos a lo que tiene valor y adjudicándolo arbitrariamente a cualquier cosa que nos haga sentir superiores. Y esto nuestros gobernantes lo saben, tal vez por eso sean tan buenos gestores de la mediocridad. En el fondo, tienen que trabajar con lo que hay.
domingo, 3 de julio de 2011
PRÓXIMO VS MÁXIMO
Hace unos años, en una conversación con una prima de mi edad cuyo progenitor estaba muy enfermo, tuve una visión catastrofista de la existencia humana. En aquella época yo aún estaba muy cabreada por la enfermedad y muerte de mi padre y me empeñaba en culpar de esa desdicha a todas las instancias metafísicas que se me pusieran a tiro, ya fueran dios, destino, karma o el reverso tenebroso de la fuerza.
Después de un completo repaso por el catálogo de problemas que supone una buena atención a un enfermo, mi prima se preguntó qué iba a ser de nosotras, solteras y sin hijos, si alguna vez nos veíamos en esa situación de invalidez. Aunque le echó humor a la pregunta, maldita la gracia que le hacía tener que formulársela. Me sentí obligada a rescatarla de un pesimismo que en aquellos momentos no se podía permitir y le espeté: tranquila, eso no va a pasar, no tenemos descendencia a la que joderle la vida, así que ningún poder que se precie va a perder el tiempo con nosotras. En los momentos más negros de mi rabia había llegado a contemplar la existencia como una cabronada en sesión continua que se transmitía por vía hereditaria, perpetuando en la generación siguiente una ilusión de trascendencia que enmascaraba nuestra estéril lucha contra la incertidumbre.
Afortunadamente, hoy día estoy liberada de la narcisista aflicción de creerme en el punto de mira de poderes extraterrenos y empiezo a atisbar algo parecido a la comprensión de los elementos que componen una vida que merezca la pena. Uno de esos elementos consiste en aceptar que la única certeza con la que contamos es la de la muerte y con esa basta y sobra. La conciencia de la mortalidad es el tributo que pagamos por nuestra inteligencia. Si la volvemos contra nosotros mismos dejándonos amedrentar por lo que nos descubre solo nos quedará el lamento del viejo maestro de gladiadores, somos sombras y ceniza, en vez de intentar vivir a la altura de su potencial, en el borde de las cosas donde creamos e inventamos palabras, teorías y mundos, en vez de optar por la actitud del general romano diciendo la muerte nos sonríe a todos, devolvámosle la sonrisa. Ambos luchaban por su existencia, pero mientras uno intentaba derrotar a la muerte, el otro intentaba conquistar la vida. La primera es una batalla perdida, de manera que sólo nos queda intentar lo otro y sonreír, aunque no acabemos de entender el chiste.
jueves, 30 de junio de 2011
MÚSICA CUÁNTICA
Unos dicen que al principio de todo se oyó un Bang. Otros creen que fue un Verbo. Fuera lo que fuera, parece que unos y otros están de acuerdo en la importancia del sonido y su primacía. El sonido tiene poder, derriba murallas, deja su huella en el agua y hace vibrar las cuerdas de un instrumento sin necesidad de tocarlas. Transforma el mundo y hasta puede que sea capaz de crearlo. Pero ¿puede crear vida? Después de oír algunas interpretaciones dirigidas por Gustavo Dudamel estoy por creer que sí.
Hay una sonoridad especial en sus conciertos que mi fantasía se empeña en explicar de alguna manera. La suma de una orquesta magnífica, una partitura sublime y su dirección genial produce algo más que una música maravillosa. Juraría que mis oídos han captado cómo el mobiliario de la sala de conciertos le hacía los coros a la melodía, como si ni una sola de las moléculas de todo lo que había allí dentro pudiera dejar de vibrar con cada acorde perfecto, incapaz de sustraerse a la magia que concita la batuta de este director prodigioso.
Puede que se trate de una ocurrencia disparatada inducida por una ilusión auditiva. O puede que tal vez la vida esté agazapada en cualquier parte y sólo necesite el sonido adecuado para despertar.
lunes, 27 de junio de 2011
PROMETEO ENCRIPTADO
La informática ha venido a recrear el funcionamiento de nuestro cerebro con más acierto del que pensamos. Los avances en la neurociencia van confirmando el parecido cuando debería ser al revés. Es como si los informáticos se hubieran adelantado a los neurólogos en su intuición sobre los procesos de la inteligencia y la memoria.
Con internet y algunos “misterios de la vida” está pasando otro tanto. Internet reproduce la tela de araña de la empatía humana por la cual todos estamos conectados con todos y nada se mueve en esa tela sin que la vibración llegue al último hilo de su trama. Las distancias no importan y todo tiene lugar en el mismo instante. Existe una conexión entre todo lo que respira en este mundo y la tecnología se ha vuelto a adelantar a la ciencia y a la filosofía en una idea feliz que vuela espléndida y libre sin que nadie se percate de su importancia. Ese entramado del que nos servimos todos los días y en el que operamos de manera inconsciente existe y la prueba de ello es cómo internet lo recrea.
A veces la mano se adelanta al lenguaje, como en una competición por ver cuál de las dos destrezas superlativas del hombre hace ganar mayor conocimiento. Cuando el logro proviene del pensamiento articulado el avance suele ser lineal y progresivo, pero cuando proviene de nuestra capacidad creativa de artesanos, del refinamiento tecnológico, se produce un salto magnífico al vacío hasta que el lenguaje consigue articular una red que sostenga la idea. Esa toma de conciencia es lo que posibilita que nos sea de utilidad y nos ayude a avanzar. Pero hoy día las conjeturas que se permite la ciencia son mucho menos osadas que las ideas que flotan en el aire. No se puede capturar un águila con un cazamariposas. Mientras tanto, nos maravillamos con el espectáculo de verla volar cuando podríamos surcar el aire en sus alas.
lunes, 20 de junio de 2011
SOLSTICIOS
Mis meses favoritos son junio y diciembre. Me gustan las Navidades, su colorido rojo y verde, su olor a abeto y los villancicos de Frank Sinatra. Y me gusta el comienzo del verano, con su tiempo apacible, sus tardes de playa y la noche de San Juan. Pero son también las épocas más conflictivas del año. La familia en diciembre y la campaña de la renta en junio compiten por ver cuál causa un estropicio mayor en la tranquilidad colectiva.
Paradójicamente, no tener familia por la que preocuparse ni rentas de las que ocuparse supondría una indigencia afectiva y material más angustiosa todavía. Podría darse el caso de que la familia no diera quebraderos de cabeza y que un administrador diligente se encargara con eficacia de nuestros bienes. Cuando esto sucede no queda otra que admitir que los Reyes Magos existen y que son los padres, lo cual dice muy poco en nuestro favor a menos que tengamos ocho o nueve años.
Superar estas dos épocas del año con gallardía, a parte de confirmar el potencial mágico atribuido a estas fechas, se convierte así en la prueba más auténtica de adultez lograda y de éxito en la vida. Lo demás, son anuncios para vender coches.
sábado, 11 de junio de 2011
LA PARRILLA DE LAS VANIDADES
Desde que mi madre perdió el sentido del olfato a causa de la gripe tengo el ego por los suelos. No ser capaz de oler nada, a parte de ser un peligro, es un agravio despiadado para el talento culinario de quien se encarga de cocinar en una casa, y esa no es otra que la que suscribe, al borde del colapso creativo por culpa de una tupidera de nariz. Y si todos mis comensales se reducen a la dueña del apéndice taponado, se entiende que mi vanidad sufra la ausencia de elogios y muestras de deleite habituales. Si a esto sumamos que mi contribución material a la vida doméstica se limita a cocinar se comprenderá también la pérdida de sentido existencial que experimento cada vez que entro en la cocina.
Por mucho que me esmere no consigo sino algún que otro comentario amable sobre la textura de las viandas o el colorido de los platos. Es como componer música para alguien que está como una tapia y que te diga que el concierto se ve muy bien en la partitura. No es frustrante, es devastador. Y ha sido de esta manera tan peregrina como he sido dolorosamente consciente de un divismo que no sabía que tenía y, más tarde, del verdadero sentido de la frase “me debo a mi público”. Y es que, más allá del aplauso o la crítica de los otros, más allá de lo que deseamos o tememos de ellos, lo que necesitamos para sentirnos completos es, simplemente, a los otros, alguien con quien compartir lo que de valor podamos tener. Da igual si es un poema excelso o unas lentejas con chorizo. En cuanto a mí, tendré que conformarme con que no me sermonee por el pestazo a tabaco que voy dejando por toda la casa y empezar a esmerarme con la poesía.
lunes, 6 de junio de 2011
MISTERIOS INSONDABLES I
¿Por qué les gusta tánto a los hombres cualquier cosa que suene como un motor? ¿Tienen los oidos taponados o qué? El ruido infernal de un taladro, una lijadora o una motosierra es para ellos música celestial y si encima el trasto funciona con gasoil entonces ya es el paraíso de los sentidos. Se quejan de lo mucho que hablamos las mujeres y son capaces de estar horas oyendo una máquina sin inmutarse. Lo que les fastidia, en el fondo, no es que hablemos, está claro que el ruido no les afecta, lo que les mata es tener que prestar atención por si les preguntan algo.
Llevo toda la tarde oyendo uno de esos artilugios y ya conozco toda la gama de estridencias que es capaz de producir según la potencia empleada. De vez en cuando se para, pero vuelve a la carga una y otra vez. Es como música aleatoria, pero sin música y con mucha mala suerte. La de no haber sido capaces de inventar estas máquinas con una voz incorporada haciendo preguntas del tipo “¿has chequeado los pilotos de seguridad en el panel inferior izquierdo para el modelo XL700 o en la solapa anterior derecha para el XL750?” o “¿has verificado que las condiciones ambientales de temperatura y humedad son las adecuadas para el modo Megavrrrroummm que acabas de seleccionar?”. O mejor todavía: “¿quieres que hablemos de lo que te preocupa tánto que hace que me hayas utilizado un promedio de 3,5 horas diarias en la última semana?” Seguro que se les pasaba de golpe la pasión por el bricolage sinfónico y la jardinería terminal. Lo que sigo sin explicarme es por qué les gustaba tánto el Coche Fantástico.
miércoles, 1 de junio de 2011
DENTRO DE MUCHO TIEMPO, EN UNA LEJANA GALAXIA...
La nave interestelar Cascanueces III viajaba ruidosamente por el espacio. Sus maltrechos paneles crujían y los contenedores que arrastraba en racimo chocaban unos con otros. En la cabina de mando, la tripulación se afanaba en controlar los achaques de la desvencijada nave y en atender las instrucciones para la descarga.
—Comandante, la nave de recogida nos advierte que dos de los cables de los contenedores se han enredado.
—Pues dejaremos esos dos para el final, y dile a Ronda que se prepare para salir ahí fuera.
—A la orden.
—Ah, Vega, que la acompañe Casia, no quiero que esto nos lleve toda la tarde.
—De acuerdo. ¿Se encuentra bien, señora?
—Me duele la cabeza de oir esa cacharrería todo el día. Quiero un trabajo rápido y bien hecho.
—Comandante, una comunicación urgente por la linea uno.
—¿Y ahora qué? Pásamela a los auriculares de mi consola. Comandante Flint al habla.
—Hola cariño, ¿podrías pasar por el asteroide X44 de camino a casa y traer un saco de 10 kilos de piroclasto? El que estoy usando no está dando resultado con las begonias del jardín hidropónico.
—Marcia, te he dicho que no uses esta linea si no se trata de una emergencia, ¿se puede saber por qué son tan urgentes las...dichosas begonias?
—Lo siento cielo, pero en ese cacharro que pilotas es la única que funciona, llevo un buen rato llamando a las otras. La verdad, deberían pagarte más por arriesgar tu vida en él.
—Ya me pagan un plus de riesgo. Y no es ningún cacharro, es un clásico de la navegación interestelar que...
—...ha visto tiempos mejores, sí, ya lo sé. Oye, y no llegues tarde, tu hija ha vuelto a suspender historia antigua, ha puesto en el examen no sé qué disparate sobre la extinción de los hombres y deberías tener una charla con ella.
—Eh..., sí, de acuerdo, no te preocupes, déjamelo a mi ¿vale? Adios.
—Comandante, ¿le ocurre algo? Está sudando.
—Dime una cosa Hali, ¿cómo se extinguieron los hombres? ¿Qué pasó realmente?
—Fue una mutación, señora, pero ocurrió muy rápido, igual que lo de la reproducción por partenogénesis de las mujeres. Aunque hay varias teorías que nunca se han probado.
—Ya. Entonces es posible que los muy cobardes salieran zumbando y se escondieran en alguna galaxia lejana, ¿no?
—La de la migración masiva fue una de las teorías al principio, pero...
—Ya me vale. Es lo que le conté a mi hija y acabas de salvarme el trasero, al menos por esta noche.
La comandante Flint puso los pies sobre la consola y se recostó en su asiento contemplando la inmensidad del universo. Al fondo a la derecha, una pequeña estrella rojiza centelleó lanzándole un guiño.
La comandante Flint puso los pies sobre la consola y se recostó en su asiento contemplando la inmensidad del universo. Al fondo a la derecha, una pequeña estrella rojiza centelleó lanzándole un guiño.
jueves, 26 de mayo de 2011
VIDA SALVAJE
Mi madre, que siempre llega a comer pasadas las tres, se empeña en almorzar viendo Sálvame. La coartada de esta licenciada en filología inglesa -con amplios estudios de filología hispánica, los cursos de doctorado respectivos, más la diplomatura de magisterio, dos libros publicados y un cortometraje realizado- es que le ayuda a desconectar del ajetreo del día, que normalmente consiste en atender las fincas y/o lidiar con la Administración en cualquiera de sus descentralizadas variantes. Reconozco que esas actividades agotan mentalmente al más pintado, pero ella, en vez de atizarse un wisky como todo el mundo, insiste en torturarme haciéndome oír el griterío chabacano e incomprensible del dichoso programa. Llega incluso a llevar la conversación hacia lo que ha dicho uno o ha hecho la otra, con lo cual me obliga a prestarle atención para no dejarla hablando sola.
Mi estrategia para restablecer cuanto antes la funcionalidad neuronal consiste en cambiar de canal en cuanto se levanta de la mesa y elegir un programa que no me moleste demasiado mientras hago el sudoku del periódico, con lo que termino viendo los documentales de la 2. La cosa estaba funcionando bien hasta hoy. Debe ser que me he quedado muy tocada con los resultados de las elecciones o por algún fastidioso tránsito planetario, pero el caso es que tengo la sensibilidad a flor de piel.
De repente, no me he visto capaz de soportar otra vez la angustiosa carrera de miles de tortuguitas hacia el mar, ni de ver cómo un grupo de orcas consigue separar a un ballenato de su madre tras una hora de acoso para poder comérselo, ni de sufrir la agonía de una cría de elefante debilitado por la sed, por mucho que se salve al final. De pronto, el plató de Sálvame me ha parecido una maravilla de realidad alternativa, una jungla de pega donde todos juegan a enseñarse los dientes y las atrocidades se limitan a los juicios desquiciados y a las patadas al idioma. Lloran, ríen y gritan sin que nadie se haga pupa, se reparten la merienda como niños buenos y aquí paz y en el cielo gloria. Igual va a tener razón mi madre con lo de que ayuda a sobrellevar el día a día. De lo que no cabe duda es de que Terry Pratchett está en lo cierto cuando dice “la naturaleza es cruel, por eso la llaman madre”.
martes, 17 de mayo de 2011
ACTIVISMO EN TIEMPOS REVUELTOS IV
Hoy les presento un nuevo deporte para militantes de base: el buzoneo de propaganda electoral en el medio residencial y rural. Combina varias disciplinas y permite disfrutar de los bellos paisajes de nuestra amada isla, esa gran desconocida (porque miren que hay recovecos).
Para empezar, una buena sesión de estiramientos, que serán necesarios e inevitables durante todo el recorrido. ¿Por qué pondrán los buzones tan alto? ¿Tan mataperra es la chiquillería del barrio?
Ya podemos seguir con la sesión de trekking, ojo que habrá tramos de desnivel pronunciado, pero las vistas son bonitas. Ya sé que el Teide no se ve desde Santa Brígida, pero es más fácil de dibujar que un palmeral entero.
Y por último, cuando ya estamos confiados y con el cuerpo caliente, podemos batir nuestro propio record personal en salto de altura. Una vez más, el mejor amigo del hombre nos ayuda a superar nuestros límites.
Dedicado a mis aguerridos compañeros de UPyD en Santa Brígida y a los carteros del municipio, con cariño y admiración.
sábado, 7 de mayo de 2011
PRIMUM VIVERE
Clara se sentó en una terraza de la playa dispuesta a saborear el mediodía ojeando la prensa y disfrutando de un merecido aperitivo. Por la mañana había limpiado el piso, puesto una lavadora y todavía le quedó tiempo para ir al mercadillo a comprar la verdura y la fruta que su madre le había puesto en la lista. Se dispuso a olvidar que aún le quedaba por delante hacer la comida, las declaraciones de la renta de media familia y ordenar el papeleo que se había ido amontonando durante la semana para poder afrontar el lunes sin distracciones ni agobios en su exigente trabajo. Ahora tocaba entregarse al placer de un mediodía en la playa, sin más preocupación que la de acompasar la lectura con la admiración del paisaje y un picoteo. El camarero, un joven con unas anacrónicas patillas y gafas de pasta, apareció oportunamente a su lado.
-Buenos días señora, ¿qué va a tomar?
-Buenos días, tráigame una caña, por favor, y querría también algo para picar.
-Bien, ¿ha decidido ya o puedo tal vez sugerirle algunas tapas?
-Bueno, había pensado en algo de calamar o pulpo…
-Tenemos unos rejos de calamar que son una vergüenza para la especie de lo blandos que están. Sabrosos, sí, pero si quiere entretenerse con ellos, mucho no le van a durar, ¿cómo le diría?, hay esencia, pero la materia es endeble.
-Ya, pues póngame media ración, que quiero alimentar el espíritu y el cuerpo a partes iguales.
-¿Querría acompañarlo con algo de pan con alioli?
-Pues estaba pensando más bien en unas papas con mojo…
-Me temo que sólo puedo ofrecerle unas papas sin ninguna conciencia de clase adobadas con una salsa aburguesada y más bien sosona.
-Vaya, pues entonces póngame unas aceitunas.
-Bien, aunque le advierto que se trata de aceitunas nihilistas, sin hueso, sin pimiento y sin anchoa.
-No se preocupe, ya le daré yo sentido a su existencia.
-Estupendo, ¿la caña la prefiere de cerveza nacional o importada?
-Ah, la dialéctica, ya sabía yo que faltaba algo. Tiene trampa, ¿verdad?
-Me pone usted en un dilema.
-Pues lo dejo enteramente a su criterio, me conformo con que no me la sirva en un vaso de tubo.
-Me está obligando a tomar una decisión ética.
-¿A que fastidia?
-Sobremanera. Nunca pensé que el oficio de camarero pudiera reportarme tantos conflictos teniendo una licenciatura en Filosofía y Letras.
-Ni yo que un aperitivo en la playa me supusiera tanto desgaste intelectual.
-Puta crisis.
-Pero perra, perra.
miércoles, 4 de mayo de 2011
ECONOMÍA SUBVERSIVA V
Cuando el mundo se nos aparece del revés sólo tenemos dos opciones: el desconcierto o hacer el pino. La última no lo soluciona del todo, ya que nuestra vista apunta en una dirección y nuestras manos en otra, de manera que nos vemos obligados a contorsionarnos para no avanzar de espaldas al objetivo o a ir irremediablemente hacia atrás.
En nuestro estado del bienestar resulta que la administración se dedica a financiar proyectos filantrópicos dentro y fuera de nuestras fronteras al tiempo que empieza a proponer el copago en sanidad y la privatización de servicios públicos. No es que se haya olvidado la distinción entre lo público y lo privado, es que ya ni siquiera parecen tener claro sus actores el ámbito de cada cual. Y eso es grave
¿Cuándo y cómo empezó a distorsionarse todo? ¿Cuando los poderes públicos facilitaron la institucionalización de movimientos sociales de solidaridad porque les liberaba de alguna carga? ¿O fue cuando los ciudadanos toleramos que estos mismos poderes públicos se inmiscuyeran en nuestras conciencias y bolsillos premiando determinadas actuaciones?
Tal vez, cuando aparecieron las deducciones en la declaración de la renta por donativos a ciertas entidades deberíamos haber dicho “no, gracias, dediquen ese dinero a evitar que yo tenga que hacer donativos a la Cruz Roja o a Cáritas Diocesana, dedíquenlo a promover las condiciones para que ninguna de esas dos entidades sean necesarias, limítense a cumplir con su mandato constitucional, en definitiva, que de mis asuntos privados ya me ocupo yo”. Pero claro, aceptamos la rebaja encantados y sintiendo que nos compensa de los fallos del sistema, que lo mismo nos deja sin profesor al niño un mes que nos obliga a pagar unas tarifas de teléfono abusivas, por poner solo dos ejemplos.
Y en este acuerdo tácito de compensaciones y contorsiones se olvida el pacto originario y esencial, el contrato social de Rousseau, por el cual cedemos el poder a cambio de garantías de nuestros derechos, no a cambio de pequeñas y oportunas dádivas que individualmente poca cosa remedian y que, lejos de aportar algo al estado del bienestar, sólo consigue mermar sus recursos.
De pronto nos encontramos un buen día con que la ONG de nuestra elección nos ha cargado en la cuenta unos números para un sorteo (Hacienda por lo menos inicia un expediente de recaudación ejecutiva y te avisa) y que la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo ha destinado 899.422,00 € a un proyecto denominado “Fortalecimiento del sistema de salud mental en Guinea Ecuatorial”.
La subversión es necesaria, no en el sentido de destruir, sino en el de trastocar, porque ahora mismo lo que debería estar arriba está abajo y viceversa. Hace falta un giro de 180 grados para restaurar el orden y poder recobrar el norte. ¿Seremos capaces de hacerlo después de tanto tiempo agarrotados boca abajo? Una cosa está clara: cuanto más tardemos, más nos dolerá.
sábado, 30 de abril de 2011
jueves, 28 de abril de 2011
FELIZ CUMPLEAÑOS
Terry Pratchett, nacido el 28 de abril de 1948, cumple años hoy. En 2007 anunció que le habían diagnosticado una rara variante de la enfermedad de Alzheimer. Sigue escribiendo ayudado de un procesador de voz, haciéndonos reir y pensar al mismo tiempo, que es la manera más divertida de pensar y la forma más productiva de reir.
"Probablemente el último sonido antes de que el universo se repliegue sobre sí mismo será alguien diciendo: ¿Qué ocurre si hago esto?".
Tiempos interesantes
Terry Pratchett
martes, 26 de abril de 2011
ACTIVISMO EN TIEMPOS REVUELTOS III
Leí hace poco un artículo en el que se equiparaba a los malos políticos con los parásitos que invaden un organismo y se nutren de él. Siempre me ha parecido un disparate fantasioso el establecer paralelismos entre lo que ocurre en la naturaleza y lo que ocurre en una sociedad, pero como tal disparate, tiene derecho a existir en este blog y a desarrollarse hasta sus últimas consecuencias.
Los malos políticos, en tanto que parásitos del sistema, pondrán mucho cuidado en mantener al que le hospeda en un estado de relativa salud por una cuestión de simple supervivencia. No le interesa matarlo en absoluto, de manera que a lo sumo podrá debilitarlo un poco, pero sin llegar a comprometer su existencia. Como modelo de partida no está mal, pero creo que ya estamos en otra fase del asunto.
En la naturaleza todo evoluciona y la sociedad no puede ser una excepción. La vida y las comunidades van recombinando su potencial para dar lugar a novedades genéticas o sociales, de manera que podría decirse que en esto hemos dejado atrás el parasitismo, el comensalismo y hemos terminado instalados en una relación simbiótica que lleva funcionando mucho tiempo.
Y es que estamos dispuestos a hacer la vista gorda a cambio de que otros se ocupen de los temas que nos conciernen. El mundo se ha vuelto muy complicado y nos abruma una multitud de cuestiones: la declaración de la renta y el inmenso corpus legal nacional e internacional, los conflictos de Oriente Próximo y los de las lejanas galaxias, los derechos humanos y los de las ballenas azules, el vandalismo del que te raya el coche y el terrorismo internacional, el tamaño del palo de la bandera de la Fuente Luminosa y las revueltas en el norte de África...
Nuestras pobres cabecitas amenazan con explotar con sólo imaginar por dónde empezar a desenredar la maraña de asuntos importantes que hay que resolver. De manera que delegamos (que no es ninguna insensatez) y nos desentendemos (que sí lo es) porque vivimos más tranquilos no sintiéndonos responsables de nada de lo que pasa de nuestra puerta para afuera.
En una relación simbiótica ambos organismos se benefician, así que podría parecer que ninguna mejora es requerida y que esto es todo lo que da de sí el modelo, pero todavía pueden suceder más cosas. Igual que ocurren las mutaciones genéticas puede darse una mutación inconsciente en los elementos de esa sociedad, pueden surgir individuos que piensen distinto, capaces de discernir lo que les concierne de lo que no, capaces de entender que forman parte de una comunidad y que el avance es de todos o de ninguno, capaces de asumir la responsabilidad de su vida y de cómo sus decisiones afectan a su entorno. Individuos que no necesiten del servicio de ningún mal político y que sean capaces de rechazarlo y desplazarlo.
Cada vez hay más gente concienciada de la necesidad de cambios profundos y, como diría Averroes, en la naturaleza no hay despilfarro. Es solo cuestión de tiempo que estos individuos más evolucionados empiecen a dejar su impronta. Esa es la buena noticia. La mala es que el modelo no explica de cuánto tiempo disponemos antes de que nos vayamos todos a hacer puñetas en una fiesta desquiciada y con los fuegos artificiales más caros de la Historia.
viernes, 22 de abril de 2011
ECONOMIA SUBVERSIVA IV
Hay que reconocer la genialidad venga de donde venga, así que hoy me toca quitarme la pamela, con gran chirriar de horquillas, ante el Ministerio de Economía y Hacienda. Supongo que la cercanía de las elecciones estimula la creatividad, pero eso sería quitarle mérito a la brillantez de la idea y no sería justo por mi parte. En el fondo, no sé qué me chincha más, si el oportunismo de la medida o el constatar que existe un potencial creador de primera magnitud que sólo se emplea de manera perversa y cuando conviene.
Resulta que han anunciado la ampliación de la deducción por mejoras que redunden en la eficiencia energética de la vivienda habitual. Esta medida, que entró en vigor en abril de 2010, se ve ahora corregida incrementando los límites de los ingresos que dan derecho a aplicarla y haciéndola extensiva a la segunda residencia. Dicen que la rehabilitación del parque inmobiliario del país tendrá un efecto maravilloso en el empleo y el crecimiento. Pues bueno, a falta de conocer los detalles del asunto, esta aparente rebaja fiscal para las sufridas economías domésticas se va a quedar en eso, en apariencia, ilusión o espejismo.
Mención aparte merece la cara de palo que se le habrá quedado con este anuncio al que no sabe cómo va a pagar la próxima cuota de la hipoteca de su única residencia y que ha visto recortadas sus deducciones. Pero vayamos ahora con los afortunados que pueden afrontar un gasto como el de instalar paneles solares en su dúplex, por ejemplo. Vaya, pues se salen del límite porque ganan lo que su trabajo cualificado vale, mala suerte chicos.
Tomemos entonces a los pensionistas, que ésos mucho no ganan y además, seguro que han podido ahorrar en el pasado y tienen una casita en la playa o en otro lugar. Pues sí, la tienen, pero se la tienen cedida a un vástago que no ha podido hacerse con una vivienda propia por la precariedad de sus trabajos. Probablemente, ni los progenitores ni los hijos puedan permitirse nuevas instalaciones más eficientes, pero si pudieran, sólo podría deducírsela el titular de la vivienda tras acreditar que ha hecho los pagos. O sea, que si el gasto lo asume el hijo, no lo podrá deducir y además expondrá a su padre a justificar sus ingresos ante Hacienda si le da el dinero para que sea él quien realice los pagos y obtenga así la deducción. Demasiadas complicaciones.
Vayamos ahora a los que no tienen unos ingresos demasiado elevados para el tope exigido y tienen una segunda residencia que alquilan (puede darse, cosas más raras se ven). Si acometen la mejora en la segunda residencia resulta que ese gasto ya es deducible de los ingresos por alquileres, dado que puede considerarse como reparación o sustitución o como gasto necesario para obtener los ingresos (porque le ha alquilado la casa a un ecologista furibundo que exigía esas mejoras para firmar el contrato, por ejemplo). ¿Va a ser compatible la deducción por este concepto con la consideración del mismo gasto como gasto deducible? Lo dudo, pero aunque así fuera, para los cuatro gatos que se van a poder acoger a ella en este país, poca mella le harán a las arcas públicas.
Total, que lo único que van a favorecer va a ser la picaresca, pero han conseguido contentar a los vigilantes del déficit público y encandilar a los ciudadanos, pasando de esa manera por artífices de medidas económicamente eficaces y sensibles con el medio ambiente cuando en realidad lo que están ofreciendo es algo así como “por la compra de un zapato del pie derecho le regalamos el del pie izquierdo”. Lo que no han contado es cómo esta medida puede ayudar a aflorar rentas no declaradas, como son las rentas imputadas por otras viviendas a disposición de sus titulares. Lo dicho: genial.
sábado, 16 de abril de 2011
JOYAS HEREDADAS
La otra noche, al llegar a casa, me di cuenta de que no llevaba el anillo que me había puesto al salir. Es un anillo plateado que me gusta mucho y su pérdida me contrarió. La contrariedad me duró unos segundos, el tiempo de darme cuenta de que se trataba de una alhaja de poco valor y que, debido a mi peculiar don, no podía andar muy lejos. Efectivamente. Seguro que está en el coche, en el bolso o en el bolsillo del pantalón, pensé. Y ahí estaba, en el bolsillo donde llevaba el pañuelo y en el que en un par de ocasiones había deslizado la mano zafándose el anillo en una de ellas.
Y es que de mi abuela Nina heredé, entre otras, la habilidad de perder joyas valiosas. Del oro en adelante, cualquier sortija, pendiente, colgante o broche que decida usar se me pierde. La contrapartida (siempre la hay), es que jamás pierdo mi bisutería favorita. He sido capaz de oír en una discoteca atestada cómo uno de mis pendientes rebotaba en el suelo y de localizarlo al primer vistazo. O de recuperar milagrosamente un colgante entre los pliegues del abrigo mientras caminaba.
Por suerte, también me legó el sentido del humor de los Robaina, porque la bisutería, por coqueta que una sea, es un pobre consuelo para tan costosos estropicios. Pero el poder reírse de la propia sombra es uno de los mejores pertrechos para andar por la vida y vale más que todas las joyas juntas que mi abuela consiguió no perder. Así he terminado apreciando más un buen chiste que un diamante, porque el primero lo puedo disfrutar más tiempo que el segundo y, si es bueno de verdad, también es para siempre.
jueves, 14 de abril de 2011
SUEÑOS
Los sueños son importantes. No me refiero a los deseos fantaseados o a los proyectos pendientes de elaboración, sino a los que acontecen cuando transitamos la realidad de nuestra vida inconsciente profundamente dormidos. Paradójicamente, es cuando más despiertos estamos, si por estar despierto se entiende percibir el mundo tal cual es. Accedemos a un estado sin tiempo ni distancia, donde presente, pasado y futuro se entremezclan y se explican, donde aquí y allí están en el mismo sitio, donde somos uno y somos todo lo que está vivo, palpitando al unísono con las estrellas.
Nada pasa desapercibido, nada se esconde y lo inefable se muestra. Pero todo ese saber encriptado por el lenguaje de nuestro inconsciente sólo puede descifrarse aprendiendo el idioma de nuestro yo más profundo, conociendo nuestro interior porque en él están todas las claves y son las únicas que nos sirven.
Llegar a él no es fácil. El camino suele estar obstruido por deseos y miedos adquiridos que dificultan el acceso a la esencia de nuestro ser, nuestro ser genuino, original y único, de donde emana todo nuestro potencial de vida y felicidad. Pero ahí están de nuevo los sueños, indicando el camino, las encrucijadas y los callejones sin salida. Puede que necesitemos un zapador experto que nos ayude a identificar y dinamitar los obstáculos, pero lo hará siempre siguiendo el mapa que trazan nuestros sueños, la única vía posible para cada uno de nosotros.
Cuando conseguimos manejar las claves e interpretar correctamente nuestros sueños empezamos a sentirnos más cómodos en el proceso de existir, porque, lejos de sentirnos abrumados por realidades opuestas, las integramos en nuestro ser y en esa medida conformamos nuestro mundo. Un mundo en el que la creatividad y el amor encuentran despejado el camino a la superficie desde las profundidades donde bulle, indomable y vital, nuestra esencia.
jueves, 7 de abril de 2011
CRONOMANCIA EXPERIMENTAL (*)
Decía una de mis profesoras de la Universidad, citando a alguien que ahora mismo no recuerdo, que había que “estar a la impronta de los tiempos”. Quería con ello ilustrarnos sobre la necesidad de estar atentos a los signos y señales que el presente va dejando como pistas del rumbo que van tomando los acontecimientos. Puede que éstos sean imprevisibles, pero el escenario en el que tienen lugar no se construye de un día para otro y ese escenario marcará de una forma u otra su desarrollo.
Yo, que a veces soy un poco literal para compensar mis excesos fantásticos, me he ido derecha al almanaque de pared dispuesta a darme un baño de realidad y a clarificar antes que nada lo que la agenda de los próximos meses me tiene deparado. Ha sido entonces cuando he advertido con horror que este 2011 convulso y fatídico está plagado de señales inquietantes, como si un hado de las fechas, cargado de ironía y mala uva, hubiese irrumpido cual nuevo demiurgo organizador del caos.
Para empezar, en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, ha hecho que coincida el día de la mujer trabajadora con el martes de carnaval, como para hacernos caer en la cuenta de los muchos roles que asumimos a diario las mujeres. Si fuera sólo eso, lo despacharíamos con un “ironías de la vida” (una frase muy reconfortante que en realidad quiere decir “esto significa algo pero ahora mismo no me conviene prestarle atención”), pero no acaba ahí la cosa. Resulta que este año el día de la madre coincide con el día del trabajo, otro recordatorio sutil de la realidad familiar que vivimos todos los días, que por cotidiana y repetida se obvia y se vuelve invisible. Y ya para rematar, las elecciones locales y autonómicas se van a celebrar el 22 de mayo, festividad de Santa Rita de Casia. Imagino que los políticos ineptos aferrados a la poltrona invocarán ese día a la fortuna al grito de “Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita”, mientras que los votantes tendremos que encomendarnos a ella como patrona que es de las causas imposibles para poder librarnos de los primeros.
A mí todas estas casualidades me ponen los pelos de punta y cuando he visto que el día de Canarias cae en lunes no he querido seguir investigando. Es cierto que a los trabajadores de estas islas, que trabajamos mucho y cobramos poco, nos viene de perlas un puente para aliviar nuestras fatigas. Pero a mí esto de empezar la semana empuñando el sacho para ir de romería en vez de para plantar papas me parece otra señal inequívoca del mal rumbo que llevamos.
Por cierto, que el 30 de mayo es la festividad también de Santa Juana de Arco, patrona, entre otras cosas, de los cautivos. El hado debe estar partiéndose de risa en algún lugar del universo y nosotros sin enterarnos.
(*) No intenten hacerlo en casa. En serio, asusta más que la ouija.
(*) No intenten hacerlo en casa. En serio, asusta más que la ouija.
martes, 5 de abril de 2011
EL EFECTO MARIPOSA
Pocas cosas me animan tanto como ver revolotear mariposas. Son como risas que colorean el aire, sin más función aparente que la de esparcir su encanto y alegrarme el día. Su colorido aleteo deja un rastro de dicha luminosa que se va estirando como un jirón de nube. Aparecen como pequeños arcoiris que centellean aquí y allá unos segundos pero que dejan impresa en el éter la huella de la alegría. Son el confeti de la fiesta que la vida organiza por sorpresa cuando menos te lo esperas y que consigue arrancarte una sonrisa. La sonrisa de felicidad de sentirse agraciado y bendecido por la despreocupada belleza del instante. Y ese momento no ha sido invocado, conjurado o buscado, ha sido regalado y como todos los dones tiene algo de mágico. Su poder es el que nos permite maravillarnos ante los pequeños milagros cotidianos, como el de ser capaces de sonreir por ver volar una mariposa.
Dedicado a mis amigos de la MCA.
domingo, 3 de abril de 2011
ECONOMIA SUBVERSIVA III
Francamente, no sé qué hago escribiendo esta serie de artículos cuando el Ministro de Trabajo ha demostrado tener más dotes y mayores medios para encontrar soluciones disparatadas al problema del paro. Y es que apabulla mucho que todo un señor Ministro de un país de la CEE salga por peteneras y haga parecer serias mis fantasías. Además, no es justo, porque de sus patujadas se hace eco toda la prensa nacional y parte de la internacional, mientras que yo tengo un seguimiento muy selecto pero escaso, y si encima me roba los chistes no sé quién coño acabará leyéndome.
El caso es que andaba yo elucubrando cómo hacer que la Seguridad Social tuviera más ingresos y cuando ya tenía un par de ideas geniales sobre el tema va éste y se descuelga con la amnistía para la economía sumergida. Por muy buenas que fueran mis propuestas, contra eso no se puede competir, porque como ocurrencia tiene la cualidad de un directo a la mandíbula, te deja K.O. y empiezas a ver un carrusel de pajaritos que te transporta a un mundo idílico donde todo es posible. Tiene también la cualidad de los grandes chistes, la potencia del absurdo es tan desconcertante que, superado el shock inicial, empiezas a preguntarte si no habrá algo de verdad, deslumbrado como te quedas por la evidencia de que el mundo al revés parece seguir funcionando igual.
Mis humildes propuestas subversivas consistían en hacer que en realidad cuente lo que hasta ahora no se podía contar, pero que tiene su valor, como el trabajo de los cuidadores de enfermos dependientes o el trabajo de las amas de casa. Para lo primero basta con desarrollar un poco la maravillosa Ley de Dependencia con la que hemos sido agraciados por este Gobierno tan ocurrente y que contemplaba la remuneración de los cuidadores principales. Implementar un régimen especial de la Seguridad Social para ellos no tendría que ser tan complicado, se podría prácticamente calcar del régimen de empleadas del hogar, con la salvedad de que empleador y empleado serían la misma persona, pero eso es solo una peculiaridad del asunto, no un escollo insalvable.
Para lo segundo, lo del trabajo de las amas de casa, ni siquiera hay que desarrollar leyes. Basta con que ellas (o ellos, total, puestos a ser subversivos...) se den de alta como autónomas y den de alta su hogar como pensión. Sus ingresos serán los que destine el cónyuge que curra al mantenimiento de los gastos de comida, lavado y planchado de ropa, etc, de manera que los gastos, como en toda casa de familia, nunca serán superiores a los ingresos y en la declaración de la renta no habrá perjuicio para la hacienda pública, porque esa actividad económica dará resultado cero. Pero habremos conseguido 3 cosas: aumentar el PIB, cotizar a la Seguridad Social y que la persona al frente de la actividad genere su derecho a una pensión.
Pero no, al señor Ministro le parece mejor anunciar a bombo y platillo un indulto y un “pague la sanción en cómodos plazos” para aquellos que nos estafan a todos. No deja de ser coherente con la práctica de rescatar bancos en apuros, sólo que a otra escala, pero en el fondo es lo mismo: premiar la incompetencia y las conductas criminales.
¿Pero en serio se cree que un tipo que ya ha asumido el riesgo de que lo pille una inspección de trabajo se va a echar en brazos de sus perseguidores? ¿Qué gana con ello? Lo que ganará ya lo ha dejado claro Hacienda, que como siempre va por libre y en esta ocasión doy gracias por ello: que lo estarán esperando con las actas de inspección por dejar de practicar retenciones o declarar ingresos, según el caso, para después seguir hablando de IVA y de Impuesto de Sociedades.
Lo dicho, yo no puedo competir con esto, lo único que puedo mantener es que la subversión genuína es la mía, porque lo que hacen estos que nos gobiernan se llama de otra forma y su nombre es perversión.
jueves, 31 de marzo de 2011
TREINTA Y NUEVE GRADOS
Mi sueño se ha cumplido y por fin estoy en la cima del mundo. Concretamente, en la gruta de una escarpada montaña del Himalaya, compartiendo habitáculo con un par de cabras lanudas que me proporcionan comida y compañía. El aire y el agua son de una pureza tal que dan ganas de ponerse de rodillas y dar gracias por cada inhalación o cada sorbo. Los cánticos de los lamas del monasterio del valle llegan lejanos y amortiguados por la dura ascensión montaña arriba. Me dejo invadir por la serenidad hasta que todas las células de mi cuerpo se ponen a levitar y a vibrar en armonía con el cosmos. Cuando empiezo a oir cómo la sangre fluye por mis venas y los latidos de mi corazón se han intensificado con la sonoridad de un gong decido que el misticismo tiene una banda sonora muy pobre y me entran unas ganas locas de meterme en la sección de discos de El Corte Inglés, donde, por cierto, ya es primavera y me la estoy perdiendo entre tanto hielo místico. Tomada la decisión, me pongo los patines y salgo zumbando montaña abajo hasta el valle, por donde patino como una centella sobre el río helado mientras los monjes me vitorean. Me voy acercando al mar y los patines van perdiendo velocidad, en parte porque estoy sobre la arena de Maspalomas y en cuanto se acaba la pendiente de la duna me quedo clavada en el sitio. Entonces un “mic mic” hace que me gire a tiempo de ver cómo el correcaminos se abalanza hacia mi, seguido de cerca por el coyote subido en un cohete. El correcaminos se desvía hacia el faro pero al coyote no le da tiempo a maniobrar y se estampa contra la escollera recién inaugurada por Pepe Benavente, un acto cubierto por la tele autonómica en la forma de un locutor que, con los pantalones del traje arremangados, transmite la noticia desde la orilla con un micro en una mano, una taza de café en la otra y un pañuelo en la cabeza para protegerse del sol. Al momento llegan los artificieros de la Guanchancha para ocuparse del cohete del coyote, que todavía no ha explotado. Cuando les veo sacar una caja que pone “desactivador de explosivos marca Acme” empiezo a correr en dirección opuesta, justo por donde viene una muchedumbre en romería con todo el mundo vestido de típico sin que falte un fajín ni una polaina de lana con el calor que hace. Cuando por fin llego al Corte Inglés el aire acondicionado me da tiritona y bajo a la cafetería a tomar algo caliente pero está llena de alemanes como castillos zampando tarta y me pongo en una esquina de la barra haciendo señas frenéticas al camarero. Me sirve una jarra de café y una bandeja de donuts glaseados de colores que empiezan a rodar de un lado a otro de la barra hasta que se cansan de que nadie les haga caso y optan por el suicidio ritual lanzándose de uno en uno al lavavajillas. Conmovida por su trágico destino empiezo a llorar desaforadamente hasta que el jefe de planta viene a consolarme y me da un cheque regalo para la librería diciéndome que sólo lo puedo gastar en la sección de gastronomía autóctona y deportes vernáculos. Vuelvo a echarme a llorar, esta vez con más ganas, mientras el hombre insiste en que me lleve lo que quiera de la sección de souvenirs y me toma las medidas para una camiseta de la Unión Deportiva. Al llanto se suman los hipidos, la angustia y un tremendo dolor de cabeza que me hace desear reunirme con los donuts, donde quiera que estén. Me libro del jefe de planta y empiezo a intentar subir por las escaleras mecánicas que bajan. Haciendo un tremendo esfuerzo llego a la puerta principal pero se me echan encima tres tipos de seguridad porque mi móvil suena igual que la alarma y es mi madre la que me está llamando. Cuando por fin consigo descolgar y hablar con ella oigo que me dice: siéntate en la cama y tómate la aspirina, que te ha subido la fiebre. Ah, menos mal, todo había sido un sueño delirante. ¿No?
viernes, 18 de marzo de 2011
ACTIVISMO EN TIEMPOS REVUELTOS II
Releyendo a los clásicos y observando el panorama político actual se corre el riesgo de llegar a conclusiones peligrosas. Son conclusiones equivocadas y su peligro es que provocan una reacción en cadena de decisiones igualmente equivocadas cuando se aplican a nuestro hacer cotidiano. Es ahí donde, inadvertidamente, se producen las pequeñas catástrofes de percepción de la realidad. Ésta nos pasa desapercibida y terminamos habitando una fantasía poblada de paradojas en la que pretendemos desenvolvernos con algo parecido a la normalidad.
Cuando concluimos que la condición humana es la que es, dando por sentado que la ambición es lo que la define, cometemos el primer error de bulto que da al traste con todo lo demás. Porque la ambición está en la condición humana, pero no es su esencia ni de lejos. Puede que hoy día sea una motivación tan fuerte como lo era en la época de Cicerón o en la de Maquiavelo y que hoy nos mostremos tan incapaces de dominar esa fuerza como entonces. Pero sí hemos avanzado socialmente en algo y es en el acceso a la formación y a la participación.
Constantemente oímos cosas del tipo de “los políticos son todos unos delincuentes y estaríamos mejor sin ellos” o “habría que dejar la política a gente preparada y profesional”. No creo ni en lo uno ni en lo otro, pero tengo la sospecha de que es exactamente lo que quieren que creamos los apegados al poder.
En los últimos años hemos visto cómo nuestros políticos se acusan mutuamente de corrupción en una batalla que, al grito de “y tú más”, parece, por la insignificancia de las consecuencias para los contendientes, una riña de patio de colegio. El verdadero daño se produce cuando, asqueado por esas trifulcas, el ciudadano evita como evitaría a la peste el involucrarse en política. Ha habido muchas acusaciones poco serias, que en más de una ocasión no han puesto en entredicho la legalidad sino la discrecionalidad, que es legítima, en determinadas actuaciones. Pero se lanzan a los medios (que no a los juzgados) y se procura que el tufo mantenga alejado y horrorizado a todo aquel que estime en algo su reputación.
Tampoco tenemos ninguna necesidad de estar gobernados por tecnócratas ni por elites intelectuales que con demasiada frecuencia no tienen los pies en el suelo. Cualquier ciudadano con conciencia de los principios que rigen el Estado de derecho y el ordenamiento jurídico puede aspirar a hacer valer su criterio en política. Tenemos unos funcionarios preparadísimos en todos los niveles de la Administración perfectamente capaces de hacer que la maquinaria siga funcionando.
La información necesaria para no dejarnos confundir con acusaciones oportunistas de corrupción o con otras triquiñuelas la tenemos al alcance de la mano. En cualquier biblioteca pública te imprimen gratis las leyes. Otra cosa es la formación en materia de democracia, que junto a la formación tradicional es cada vez más precaria y se nos escatima sibilinamente, porque de nada sirve que todos sepamos leer si no entendemos lo que leemos. Si también consiguen alejarnos de la participación manipulando nuestra ignorancia, haciéndonos creer que todo está podrido, haciéndonos creer que no tenemos derecho a intentarlo y mucho menos a equivocarnos, entonces la culpa de que nos vayamos a pique será de todos nosotros, pero sobre todo, de los que, huyendo del hedor y de la responsabilidad, escoramos el barco a proa porque en la popa huele mal.
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