Fantasías sobre la realidad y ocurrencias varias







sábado, 24 de septiembre de 2011

ASTROLABIU

El otoño es una estación de lo más conveniente para enamorarse. Con algo de suerte, garantiza dormir con los pies calientes en invierno. Ya sé que para los estándares de hoy seis meses son una eternidad, pero soy una antigua, qué le vamos a hacer.
Por otra parte, también es la peor época para sufrir un mal de amores, con esa lluvia y ese tiempo gris que no ayudan nada a levantar el ánimo. Hay que calibrar muy bien si lanzarse o no a las prometedoras aguas del romance porque la cosa ya está bastante chunga como para encima acabar con el corazón hecho un guiñapo.
En mi afán por contribuir al bienestar humano, he decidido darle al asunto la importancia que se merece y, con todo rigor, llevar la subversión a las predicciones astrológicas para cada signo en asuntos amorosos:
Aries: Vas a tener muchos aspectos difíciles pero aún así te tirarás de cabeza, si no, no serías tú. En fin, buena suerte.
Tauro: Con Júpiter en tu signo muy mal lo tienes que hacer para no ligar. Procura tener champán en la nevera, pero no desabastezcas el supermercado aunque lo tengan de oferta, que te conocemos.
Géminis: Tal cual lo pintan los astros, más te vale hacerte pasar por un Libra. ¿Algún problema? No, ¿verdad? Pues hala.
Cáncer: Como no tienes el don de Géminis, te sugiero que aproveches esta etapa para meditar, aprender chino o hacer un puzzle de 3000 piezas. Arriésgate si quieres, pero luego no vengas llorando.
Leo: Marte en tu signo te confiere un ímpetu desmesurado, impresionarás un montón, pero que no se te vaya la mano no sea que asustes. No rujas tanto y ronronea más, también funciona ¿sabes?
Virgo: Mercurio en tu signo te ha dado mucho en lo que pensar últimamente, por si no analizabas poco las cosas. Ahora te encuentras mentalmente agotado y un enamoramiento te supone un desafío intelectual demasiado intenso. Vale, lo entendemos, otro año será.
Libra: ¡Atención! Que ningún Libra salga a la calle sin escolta. El Sol y Venus en su signo multiplican sus encantos y nadie debe mirarlos sin gafas ahumadas. Menos mal que Saturno también está ahí poniendo alguna que otra pega, si no esto sería muy poco deportivo.
Escorpión: Es muy probable que no te comas un rosco, puesto que Júpiter, la fortuna, te da la espalda. Aunque, conociéndote, intentarás pellizcarle el trasero. Tú mismo, si te cae un rayo encima ya sabrás porqué.
Sagitario: Bueno, ya era hora de un respirito, ¿no? Lo de ser el objeto sexual favorito de todo el mundo te tiene extenuado, pero ahora podrás aprovechar para limpiar el garaje, ir de acampada o matricularte en filosofía. Igual hasta te enamoras, ahora que no hay nadie mirando.
Capricornio: Ninguna posibilidad de romance a la vista. Con lo tranquilo que tú estás, qué alivio, ¿no? De nada.
Acuario: Vas a tener a Marte en frente una temporadita. Si te van las peleas tontas y las reconciliaciones apasionadas, éste es tu momento. Si no, quédate en casa e inventa algo genial, la cosa es no aburrirse.
Piscis: Mira, será mejor que eches mano de tus amores platónicos porque real, lo que se dice real, ni por asomo. Eso sí, podrías imaginar que te has enamorado y aprovechar para componer música o escribir, igual lo clavas esta vez.

martes, 6 de septiembre de 2011

MAULLIDO III


Platina valorando el resultado de mis esfuerzos creativos. Según su opinión, debería redondear el asunto un poco más. Todo el mundo es un crítico, sí, ya lo sé.

sábado, 3 de septiembre de 2011

ABIERTO POR VACACIONES

Se terminó el mes de agosto y menos mal porque ha sido una auténtica pesadilla. Y es que ver a nuestros políticos trabajando a destajo durante las vacaciones acojona más que las profecías sobre el fin del mundo. O será que el final de los tiempos ha llegado ya. Al menos el de aquellos días en los que durante el mes de agosto no pasaba nada porque, a parte de ser un mes inhábil para la Administración (lo cual es de por sí una garantía de tranquilidad), al estar todo el mundo de vacaciones resultaba que: a) no había nadie que pudiera causar un estropicio y b) si se producía un estropicio fortuito no había nadie para detectarlo, con lo cual, todo, lo bueno y lo malo se postergaba a septiembre.
El resultado era un mes tremendamente irreal en el que, paradójicamente, descubríamos que el mundo no se acababa porque frenásemos nuestra laboriosa actividad y que para lo único que resultamos imprescindibles es para crear problemas. Descubríamos que lo ilusorio estaba en esa cotidianidad surrealista en la que andamos desbocados los once meses restantes del año y no en el atisbo de comprensión de ese extraño en bañador que nos devuelve la mirada en el espejo.
Claro que, esa toma de conciencia puede ser muy desestabilizadora y hay quien se las arregla para llenar el mes de viajes agotadores o de un ajetreo de actividades tal que no le haga añorar su habitual delirio, que es bastante más manejable que un derrumbe de esquemas.
Pero también ocurre que hay quien aprovecha la circunstancia para sacar conclusiones y tomar decisiones. En el gobierno deben haber discurrido que con tanto paro la gente ya dispone de demasiado tiempo libre para pensar y que el potencial iluminador del mes de agosto podía llegar a niveles críticos entre tanto parado y tanto indignado. Por eso se han propuesto oscurecerlo con una sobredosis de actividad, metiéndole mano nada menos que a la Constitución, toma ya.
Alguien, la Organización Mundial del Trabajo, Amnistía Internacional o la Cruz Roja debería tomar cartas en el asunto y prohibir a los políticos trabajar en periodos vacacionales. No hay derecho.