Fantasías sobre la realidad y ocurrencias varias







lunes, 28 de febrero de 2011

CUARTELES DE INVIERNO

Se terminó febrero y he conseguido salir indemne del mes que más temo del calendario. No sé si se debe a la luz, al frío o a la precesión de los equinoccios, pero yo me descentro y todo se vuelve una lucha por mantener el equilibrio y no sucumbir a la gravedad. El pesimismo acecha a la vuelta de cada gage del vivir y no da tregua. Las formas de mantenerlo a raya también entrañan sus peligros porque en estas circunstancias las decisiones no suelen ser acertadas. Te puedes encerrar en casa para escatimarle oportunidades al hado de jorobarte la existencia. O puedes actuar por exceso y embarcarte en proyectos dudosos sólo para demostrarte a ti mismo que no te dejas vencer por el desánimo.
De las dos maneras de pasarse de rosca, mi especialidad es la segunda. El estropicio está casi garantizado y suele ir en proporción directa a la importancia que cada cual le dé a lo que se pone en juego. Te expones a dejarte estafar o seducir por el primer desaprensivo que pase si no has tenido la oportunidad de hacerlo por tus propios medios a base de un autoengaño tan entusiasta como fantasioso. Cuando todo termina y se evalúan los daños, con la cartera vacía o el corazón roto, sólo acertamos a preguntarnos ¿pero en qué estaba yo pensando? Y ni ahí atinamos porque la pregunta correcta sería ¿cómo estaba yo pensando?
Con suerte consigues aprender de los errores. Yo lo he resuelto conectando el piloto automático del inconsciente y dejando que tome el mando durante todo el mes. Me dedico a reflexionar sobre mis estados de ánimo en vez de decidir hacer “algo que me suba la moral”. La hibernación de mi yo destartalado da unos resultados más productivos e infinitamente menos desastrosos que la otra opción. Aún así no es fácil, pero no me queda más remedio que seguir practicando hasta que llegue el día en que no sienta ninguna envidia por las marmotas.

jueves, 24 de febrero de 2011

CUENTOS CHINOS

Tradicionalmente en China la veneración a los ancestros y el respeto a los ancianos suponía, más que un deber moral, un imperativo vital. El no ocuparse de los ascendientes podía acarrear un mal karma de los que duran varias vidas. Pues bien, parece que el nuevo capitalismo que está surgiendo con fuerza allí es lo bastante poderoso como para alejar el fantasma de tener una reencarnación chunga.
Resulta que los ancianos están empezando a verse desatendidos, emocional y físicamente, y el gobierno está estudiando obligar por ley a sus ciudadanos a atender adecuadamente a sus mayores.
Su política demográfica iniciada en 1979 (un solo hijo en zonas urbanas y dos en zonas rurales) acaba de explotarle en las narices. Y es que es más fácil ocuparse de los mayores cuando hay varios hermanos que cuando hay sólo un descendiente. Si a esto le sumamos que, estadísticamente, este único descendiente trabaja demasiadas horas al día y que se trata de un hombre (los abortos de fetos femeninos practicados en los  80 pasan factura), las probabilidades de que se dedique con esmero al cuidado de sus ancianos son más bien escasas. Así, el gobierno, sin recursos para atender a su población envejecida, se plantea muy seriamente recurrir a esa ley.
Menos mal que aquí en España tenemos un Estado democrático y descentralizado que ha producido una fantástica Ley de Dependencia que se encargan de aplicar armoniosamente sus 17 Comunidades Autónomas y no tenemos que soportar que un tirano venga a decirnos cómo vivir nuestras vidas.
Además también tenemos una primorosa ley para la conciliación de la vida familiar y laboral escrupulosamente respetada por el sector público y privado y un sinfín de políticas de género que garantizan la igualdad de las mujeres en todos los órdenes de la vida.
Ah, y proporcionalmente también tenemos más mujeres. Por eso da igual si todo lo anterior no funciona.

Dedicado a todos los hombres y mujeres que cuidan amorosamente de los suyos.

miércoles, 23 de febrero de 2011

ECONOMIA SUBVERSIVA II

Hojeando la prensa económica da la sensación de que la confianza de los expertos y de los mercados en la economía española cambia según sopla el viento. Un día todo el mundo se felicita de lo acertado de tal o cual medida, al siguiente se afirma que el rescate está  a la vuelta de la esquina, al otro sube la bolsa y así sucesivamente.
Para mi que los análisis hace tiempo que dejaron de medir la realidad porque los mercados están sometidos a tales distorsiones que ya no hay pauta que valga. Es como pretender alcanzar un bólido subido en una patineta. Y si es complicado entender lo que está sucediendo ahora o incluso en el pasado no es de extrañar que las previsiones sean un completo desastre.
Pero no podemos resistirnos a descifrar el mundo, a elaborar conjeturas y ponerlas a prueba. Lo hacemos tozudamente aún cuando los modelos vigentes se muestran ineficaces. Hasta que un nuevo paradigma no cambie nuestro enfoque vamos a seguir buscando en la dirección equivocada. Pero no podemos pararnos, ni queremos. Los humanos tenemos casi el deber moral como especie de tropezar dos veces en la misma piedra, y hasta de molerla a patadas si hace falta.
Para hacer la espera más llevadera podemos leer a los poetas o ejercitar la imaginación fantaseando teorías disparatadas. Si lo hacemos muy bien igual nos salimos por el otro lado y damos con una solución. Por ejemplo: ¿Se ha tenido en cuenta la astrología como modelo predictivo de la realidad socio-económica? ¿No? ¿Pues a qué estamos esperando?
Mientras los expertos se ponen de acuerdo en la fecha y hora de nacimiento de esta crisis para poder hacer la carta astral, vamos a ir adelantando las previsiones para cada signo en lo que queda de mes:
Aries: Con Júpiter en tu signo, llevas un mes más derrochón que de costumbre. Tienes suerte de que febrero tenga solo 28 días.
Tauro: Con la luna en frente de tu signo estos días no haces sino imaginar calamidades y te estás poniendo de muy mal humor. Vete de comilona el fin de semana y deja de gruñir.
Géminis: Sabes buscarte la vida perfectamente y esta crisis no va contigo. Sigue así.
Cáncer: Con Venus en frente de tu signo por esta vez no tienes puesta la cabeza en el dinero. Déjate de racanerías y regala flores.
Leo: Es un buen momento para cobrar deudas y/o tener una trifulca. Tú verás.
Virgo: Los astros no muestran tensiones en la marcha de tus asuntos. Pero tú no te lo crees y te seguirás gastando una fortuna en el homeópata que te da esas píldoras para poder dormir. Y sigues sin dormir bien.
Libra: No te queda nada. Con Saturno instalado en tu signo estás aprendiendo a ahorrar. Ya era hora, Libra.
Escorpión: La luna en tu signo estos días te ha llevado a renovar todas las cerraduras de la casa y comprar una caja fuerte. Resiste la tentación de comprar armas de fuego, que no hay para tanto.
Sagitario: Como no tienes a Júpiter de tu parte más vale que no inviertas en bolsa al final de la semana. Y por cierto, Acerinox no es una marca de ropa deportiva.
Capricornio: Con Venus en tu signo sientes deseos de gastar más dinero en las cosas bellas de la vida. Calma, no hay porqué alarmarse, se te pasará pronto.
Acuario: El tránsito de Marte puede acarrear algún contratiempo financiero. Pero no te alarmes, que será algo del tipo extraviar la tarjeta en el frigorífico u olvidarte momentáneamente de tu clave secreta. Un fastidio, pero no te vas a gastar un duro.
Piscis: Igual este fin de semana, con el sol y Mercurio en tu signo, se te ocurre alguna genialidad para ganar dinero. Por si acaso te viene en sueños pon una libreta y un boli en la mesa de noche. Y, sobre todo, ¡compártela en el blog!

martes, 22 de febrero de 2011

ECONOMIA SUBVERSIVA I

Hay que reformular el IPC y dejarse de pamplinas. Y no estoy hablando de tener en cuenta o no tales o cuales productos, ni de usar subíndices según convenga. Estoy hablando de reformular el concepto, porque lo que da la verdadera medida de lo gravosa que le resulta la existencia al ciudadano no son los precios de la cesta de la compra sino las imposiciones, prohibiciones y castigos de dudosa necesidad a los que tan proclives son nuestros gobernantes.
En el coche nos imponen los triángulos de señalización de averías, los chalecos reflectantes y las carísimas sillas (las que hagan falta, según edad y peso) de los niños. En nuestros hogares nos imponen la señal digital y nos obligan a adquirir uno o más decodificadores. No me digan que no es un negocio redondo para un fabricante de estos artilugios el que un Estado obligue a todo el mundo a usarlos. En nuestras calles nos obligan a pagar por aparcar en ellas, cuando ya pagamos el impuesto de circulación, entre otros.
La zona azul se ideó para agilizar la rotación de los vehículos estacionados en zonas de mucha afluencia, no para generar unas perrillas extra a los ayuntamientos y mucho menos como excusa para crear una empresa pública que la gestione y encima pretender que tenga beneficios. Se pasa con una facilidad pasmosa del “vamos a mejorar el problema del aparcamiento”, por ejemplo, al “vamos a hacer caja” y se olvidan de cuál era la idea de fondo.
Lo que eufemísticamente se llama voracidad fiscal de la administración (por los estudiosos del tema) y en ocasiones afán recaudatorio (por los de la oposición, cuando quieren parecer indignados y leídos) evidencia una total falta de escrúpulos y de gestión eficaz de los recursos. Habría que llamarlo directamente rapiña si no fuera porque lo que hay detrás de esta actitud me temo que no sea auténtica maldad sino pura estupidez, que casi es peor, porque al malvado te lo ves venir, en cambio el otro te desconcierta con sus bandazos porque ni él sabe a donde va. En cuanto no les salen las cuentas, de donde primero tiran es de la cartera del ciudadano, y si no, véase la subida del IBI en Las Palmas de Gran Canaria.
A lo que todavía le estoy dando vueltas es a lo de la ley del tabaco, no acabo de ver dónde está el posible beneficio económico. Puede que ya hayan inventado el cigarrillo “ecológico” y estén preparando el terreno. O puede que sea una forma más de manifestar la prepotencia y el sadismo de los poderosos: “prohíbo porque puedo y te jodes”. Y que no vengan a decirme que los camareros pueden enfermarse. No hasta que también prohíban trabajar en el fondo de una mina por ser insalubre. Claro que, si les permitimos eso también, habrá que descatalogarnos como Homo Sapiens y buscar otra denominación más acorde con nuestro limitado existir.

lunes, 21 de febrero de 2011

ACTIVISMO EN TIEMPOS REVUELTOS

Cuando Clara llegó a la terraza donde habían quedado Julia estaba intentando encender un cigarrillo con el último aliento de gas del mechero. Clara la miró con aire reprobatorio y se dejó caer en una silla a su lado.
-Por eso te habías empeñado en quedar aquí con el frío que hace ¿no? ¿Pero tú no habías dejado de fumar?
-Estoy de los nervios. No veas la que me han montado en casa cuando por fin me he decidido a sincerarme con ellos sobre mi relación con Ana. Mi madre llorando, mi padre se ha ido dando un portazo y mi hermana me ha puesto la misma cara de asco que le pone a mi madre cuando hace carajacas.
-Ah. Vaya. ¿Y no sabían nada? ¡Pero si pasas más tiempo con ella que yo con mi marido!
-No, no lo sabían. He intentado ser discreta, sobre todo por ellos, porque a mí lo que piense la gente me da igual.
-Bueno mujer, tranquila, ya se calmarán las cosas cuando se recuperen de la sorpresa.
-Y mira que he ido dejando señales para que se fueran haciendo a la idea, que si un día una manifestación, que si otro la gorra de visera con el logotipo del movimiento, pero nada.
-Pues como para no darse cuenta. Yo hace tiempo que lo sospechaba y eso que no sabía que te habías vuelto activista.
-¿Ah, sí? ¿Tanto se me nota?
-Bueno, no es que sea algo evidente, pero siempre me ha parecido que tienes una mente muy masculina.
-Oye, esto no es sólo cosa de hombres, no me vengas con estereotipos de esos que ya he tenido bastante por hoy.
-Venga, no dramatices, ni que fueras la primera lesbiana que se enfrenta con los prejuicios de la gente.
-¿Lesbiana? ¿Pero de qué estás hablando?
-Pues de lo tuyo. ¿No me acabas de contar que has salido del armario?
-No Clara, yo lo que he hecho ha sido contarles que me he metido en política, en el partido de Ana.
-¿¡Que has hecho qué!?
Y a partir de ahí la escena con su familia le pareció un cuento de hadas. Sin el lastre de la emotividad familiar Clara pudo emplearse a fondo con ella y le puso la cabeza como un bombo. Incluso llegó a decirle que no la llamara hasta que se le pasara aquella locura. Debería existir una ONG para ayudar a los políticos a superar todo este rechazo, pensó Julia, porque hasta que no llegue a presidenta del país no me voy a poder costear tanta terapia.

domingo, 20 de febrero de 2011

Válgame el cielo

Es lo que debe estar pensando sor María Jesús Galván, más conocida como Sor Internet, tras ser expulsada de su convento después de 34 años de vida religiosa. A medida que van pasando los días se van conociendo más detalles sobre la actuación del arzobispado de Toledo. El chaparrón de críticas en Internet le habrá obligado a dar explicaciones, cosa que le habrá chinchado sobremanera, acostumbrado como está el clero a obrar según sus propias normas. Pero claro, es que esas normas incluyen la caridad cristiana y la decisión del arzobispado se muestra tan despiadada en la noticia difundida por EFE que han hecho parecer buenos a los empresarios que despiden improcedentemente a sus empleados.
Así las cosas y para no ser confundidos con el maligno han explicado que le habían dado la opción de trasladarse a otro convento, pero que ella escogió la secularización y que además no le habían negado ayuda en su nueva situación. Menos mal, no se puede ser tan cruel como para echar a la calle sin más a una mujer de 54 años, sin empleo, sin derecho a paro y con un perfil idóneo para incrementar las cifras del desempleo de larga duración.
Pero este panorama aterrador no parece que haya hecho mella en el ánimo de esta mujer, se ha inscrito como contable en el INEM y está ilusionada con la posibilidad de viajar. Hace falta valor. O mucha fe. O las dos cosas.
Ignoramos mucho de esta historia, pero lo fundamental es que entre la seguridad del convento y la incertidumbre del mundo exterior esta mujer de 54 años ha decidido salir ahí fuera y ser feliz, como asegura que siempre ha sido. Y puede que así sea, la felicidad personal no es una utopía, ni una lotería, ni algo que nos viene dado por carácter. La felicidad hay que trabajársela y en esos 34 años de vida de renuncia a las cosas y a los apegos habrá acumulado una experiencia considerable. Y ese es su mejor activo, no su destreza informática ni sus conocimientos de catalogación. Le deseo toda la suerte del mundo. Y hasta puede que le rece algo.

sábado, 19 de febrero de 2011

El nuevo mester de juglaría

La espiral de codicia en la que se instalaron las compañías discográficas en los 90 provocó no solo sonoras rupturas entre algunos artistas y sus sellos de siempre sino la sustitución del disco de vinilo por el compact disc. Éste último en poco tiempo resultó tener un coste de producción muy inferior al vinilo y sin embargo su valor en el mercado se mantuvo en los altos precios de sus inicios, generando para la industria unos beneficios astronómicos a los que no iba a renunciar. Los consumidores ya no podían permitirse adquirir música al mismo ritmo al que estaban acostumbrados y mientras tanto la industria, a base de costosísimas campañas (se lo podían permitir), no hacía sino exacerbar el mismo sentimiento de codicia en los destinatarios de sus mercancías, solo que dirigido a sus productos: había que conseguir ese disco. Así se propició la piratería y toda esta historia no es sino un ejemplo más de cómo la avaricia rompe el saco.
¿Pero el saco de quién? Por el momento, lo que resulta obvio es que los músicos se verán abocados a ganarse la vida como los juglares de antaño, volverán a cantar por las plazas (o los estadios) para llevarse a casa la recaudación del día. Los consumidores, en el peor de los casos seguiremos pagando un sobreprecio totalmente injustificado cuando compremos música, y en el mejor, nos veremos convertidos en mecenas forzosos vía canon digital cuando compremos un CD para poner a salvo las fotos de las últimas vacaciones. Vamos, que en el pecado nos va la penitencia. Pero ¿y las discográficas? Seguramente estarán forrándose con la industria informática y electrónica paralela a la suya, la que supuestamente le está hundiendo el negocio, o tendrán preparado algún otro invento para obligarnos a todos a sustituir o aumentar nuestro equipamiento de ocio.  ¿Habrá también justicia poética para ellos? Puede que China se encargue de administrarla pero poco importa ahora porque el daño ya está hecho.
Y es que lo verdaderamente lamentable de todo esto es ver a los artistas transitando el inframundo de la burocracia por los pasillos de la SGAE, cuando lo suyo es elevarse sobre los límites de la realidad y sustraerse a lo que la cotidianidad tiene de prosaico y de instrumental. Y si no es lo suyo, que se conformen con el canon digital. En cuanto a los otros, los que ni se molestan en preguntar cuántos discos llevan vendidos porque están muy ocupados componiendo, que se conformen con la gloria, como dice mi madre. Y es que hay algo que no ha cambiado desde la Edad Media: los creadores libres viven al margen del sistema, bordeando el límite y sin necesidad de red.