Fantasías sobre la realidad y ocurrencias varias







viernes, 28 de diciembre de 2012

DÍA DE LOS INOCENTES

Esperaba que se tratara de una inocentada, pero a juzgar por las 75.000 firmas que lleva en contra, lo del anteproyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) parece que va en serio, dicho sea con el mayor de los sarcasmos y la más grande amargura.
 
Me envía una amiga un mail donde se destacan por un lado el preámbulo de la LOE de 2006 y por otro el primer párrafo del anteproyecto de la LOMCE. A continuación aparece una propuesta: encuentra las diferencias.
 
El juego consiste, obviamente, en advertir cómo los valores que propugnan cada uno de los textos no tienen nada que ver. La verdad es que como pasatiempo es muy frustrante, porque no tienes ni que volverlos a leer para dar con la solución.
 
Así que voy a proponerles otro juego de agudeza gramatical para resarcirnos todos del chasco, si no del insulto a nuestra inteligencia por parte del legislador. Reproduzco abajo el primer párrafo del engendro en cuestión:
 
Primer párrafo del Anteproyecto de la LOMCE (2012) (Ley Wert): “La educación es el motor que promueve la competitividad de la economía y las cotas de prosperidad de un país; su nivel educativo determina su capacidad de competir con éxito en la arena internacional y de afrontar los desafíos que se planteen en el futuro. Mejorar el nivel de los ciudadanos en el ámbito educativo supone abrirles las puertas a puestos de trabajo de alta cualificación, lo que representa una apuesta por el crecimiento económico y por conseguir ventajas competitivas en el mercado global.”

El desafío es el siguiente: sustituir los vocablos marcados en amarillo por otros de manera que  el mismo párrafo pueda servir para una Ley de medidas fiscales y del orden económico y social a las que tan proclives son todos nuestros gobiernos en estas fechas o para otorgar ayudas a cualquier industria patria necesitada de subvenciones.
 
Soluciones hay muchas, pero a mí la que mas me gusta es la de las tecnologías de la información y sus variantes, que habría estado muy bien, hace 20 años o más. En fin, una cosa está clara, el legislador no tiene ni idea de en qué consiste la educación, pero es que además SE HA COPIADO.

viernes, 21 de diciembre de 2012

POMPA Y CIRCUNSTANCIA

Aprovechando que no me lee nadie y que estoy rebosante de espíritu navideño, me voy a poner de tu parte, Gonzalo, y además voy a tratar de aliviar tus preocupaciones evitándote ulteriores sofocos con un par de recomendaciones que a buen seguro agradecerás, siendo como eres, un hombre de pro.
 
Entiendo tu preocupación por el supuesto menoscabo de la dignidad del cargo que ostentas. No puedo estar más de acuerdo contigo en que ciertas funciones requieren cierto ceremonial. Los pilares de nuestro ordenamiento jurídico, leáse poder ejecutivo, legislativo y judicial, convenientemente independizados los unos de los otros y afirmados sobre un sistema democrático, son la base de nuestro Estado y el insigne taburete sobre el que el pueblo soberano asienta sus reales y desde el que se gobierna a sí mismo asistido de probos servidores públicos como tú y tantos otros.
 
Estar al frente de cualquiera de esas tres funciones conlleva no solo una gran responsabilidad sino una dedicación tan exigente que acaba uno entendiendo que sacerdocio y ministerio se empleen como sinónimos. Porque hay que estar siempre al pie del cañon recordando a todos y a todas horas que la ley es sagrada y que quebrantarla tiene consecuencias.
 
Pero hasta ahí llega el símil, querido Gonzalo, y puede que de ahí provenga tu confusión. Porque, al fin y al cabo, los asuntos que nos ocupan son asuntos mundanos, por mucho que queramos enaltecer la soberanía popular y elevarla a los altares de un culto paranóico-secular. La dignidad del cargo siempre será la que le conferamos por respetuoso consenso y nunca dependerá de la persona que lo ostente ni de lo que ésta haga, gracias a Dios, que no por la gracia de Dios.
 
Y, hablando de Dios, si éste puede soportar que se le alabe con guitarras desafinadas en las parroquias en vez  de con un concierto de Bach ¿acaso no puede el representante del poder judicial viajar en clase turista? Vale, es verdad que tus homólogos no han tenido que renunciar a sus viajes en preferente, y que la Justicia siempre es la pariente pobre en este país, eso ya lo sabemos, pero seguro que tú lo sabías también antes de aceptar la encomienda.
 
Así que lo mejor que puedes hacer para honrar tu cargo es ir bien afeitadito, limpio y conducirte con integridad, para que puedas ir con la cabeza bien alta en clase turista, en autobús o en globo. El resto es solo vanidad y artificio, por mucho que lo quieran hacer pasar por requisitos. En fin, que no te preocupes con zarandajas, que ya tienes bastante en el plato. Y si no eres capaz de no preocuparte por tonterías, al menos no hables de ellas delante de un micrófono abierto.

Dedicado respetuosamente y con cariño a D. Gonzalo Moliner, Presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo.

lunes, 10 de diciembre de 2012

HAIKU GENEVOIS

Le petit feu rouge
qui reveille mon portable
me dit que tu m'aimes.
C'est seulement pour ça
que je ne l'ai pas jeté
au fond de la Rhône.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

MÁS PAPISTA QUE ÉL MISMO

Su santidad Benedicto XVI se ha propuesto arrojar luz sobre la infancia de Jesús y yo llevo ya dos disgustos morrocotudos, porque hasta ahora, lo único que ha logrado es echar un jarro de agua fría sobre el espíritu navideño, cosa que no hacía ninguna falta, habiendo como hay tantos detestadores profesionales de la Navidad.
 
Primero se carga a la mula y al buey del portal de Belén. Sin miramientos y basándose en que en los Evangelios no se nombra a esas dos figuras. Realmente, cuando el Vaticano se pone "científico", acojona. Pero es que cuando se pone filólogo y arqueólogo todavía es peor, porque ahora resulta que los Reyes Magos de Oriente eran en realidad de Occidente, de España para más señas y de Andalucía para más inri. Exactamente, de la perdida Tartessos.
 
Me puedo imaginar a una criatura de siete u ocho años, hartita de oir hablar de la crisis en el telediario y en el comedor de su casa, reflexionando sobre esta novedad que ya se habrán encargado de divulgar todas las cadenas de televisión en su apartado de relleno informativo. A poco avispada que sea la criatura en cuestión debe de tener un mosqueo más que considerable preguntándose si los Reyes se las van a poder arreglar para lo de sus regalos.
 
Casi sería menos cruel explicarle que los Reyes son los padres ya mismo y ahorrarle la angustia. Es más, estoy segura de que más de uno respirará aliviado, sobre todo si vive en Andalucía, que es uno de los lugares donde la crisis está pegando más fuerte.
 
¿Por qué no puede este santo varón dedicarse a pontificar sobre los dogmas de la Iglesia y dejar en paz las tradiciones? Pues no, en vez de elucubrar sobre el misterio de la Santísima Trinidad o la Inmaculada Concepción -cosas que los católicos no discuten y que a los no católicos no importan- va y nos da donde más nos duele: en toda la emocionalidad irracional que impregna el sentimiento pseudoreligioso de muchos de nosotros.
 
¿Dónde está el inmovilismo de la Iglesia cuando se le necesita? Puedo entender que haya cosas más serias a juicio del Vaticano en las que emplearlo a fondo, como el matrimonio homosexual, el aborto o el sacerdocio femenino, pero, de verdad, Benedicto, ¿no podías haberte conformado con lo de abrir la cuenta de twitter si querías ir de moderno? Porque a los que -a pesar de todo- nos gusta la Navidad nos estás haciendo la pascua. Y hablando de Pascua, que sepas que los romanos no clavaban a los crucificados a los maderos, los ataban, así que lo de los clavos va a resultar que era un piercing super fashion. ¿A que jode? Pues nada, feliz Navidad.
 

viernes, 23 de noviembre de 2012

SE NECESITA ANTI HEROE PARA LUCHAR CONTRA SUPER VILLANO SUPUESTAMENTE INEXISTENTE. RAZON: AQUI, EN ESPAÑA ¿DONDE IBA A SER?



Hace unos días andaba yo fantaseando con la idea de que Gila resucitara, se pusiera al mando del ejército y telefoneara a la Moncloa preguntando y exigiendo con toda pertinencia y chulería: “¿Está el enemigo? Que se ponga” y que después siguiera con la CEE, el club Bilderberg, la OIC, la OMS y, ya puestos, que llamara también a Bill Gates y a Coalición Canaria.

Terminé abandonado la fantasía porque solo podía visualizar a Rajoy balbuceando incoherencias frente a los geniales disparates de Gila y empezaba a resultarme penoso. A pesar de la carga de justicia poética de un alzamiento contra un gobierno de derechas y de imaginar al comandante en jefe reprochándole al presidente que su manera de hacer la guerra era poco seria, la imagen de Rajoy conseguía quitarme las ganas de recrearme en mi particular delirio.

La realidad, sin embargo, ha probado ser más osada que mi imaginación, porque resulta que Tejero ha denunciado a Artur Mas por “provocación, conspiración y proposición para la sedición”. No sé, igual hay algo en el aire y lo he pillado, aunque no creo que sea la gripe.

Francamente, no entiendo a qué viene lo de soñar con hacerles un consejo de guerra a nuestros gobernantes. La jurisdicción ordinaria debería bastar, porque para eso estamos en una democracia y en tiempos de paz, ¿no? La dictadura quedó atrás y ahora la gente no es forzada al destierro o al exilio ni es ejecutada por tener ideas contrarias al régimen. Ahora, los españoles decidimos libremente emigrar porque no podemos vivir aquí o nos suicidamos por la misma razón, ahorrándole al gobierno la molestia.

Los estragos vienen a ser los mismos o peores, pero todo es políticamente correcto y el Estado no se ensucia las manos perpetrando la clase de crímenes que uno esperaría de sistemas políticos y países menos avanzados. Que nadie diga que España no es un Estado social y democrático de Derecho, como proclama nuestra constitución. O que lo diga y hasta que lo denuncie si le viene en gana, ya que todos tenemos derecho a la Justicia si nos vemos agraviados por los modélicos poderes públicos que nosotros mismos nos hemos dado.

Es lo bueno que tiene la democracia, que nos da el derecho y el deber de elegir libremente a nuestros verdugos y alternarlos cada cuatro años. Y nosotros sin Gilas ni Garzones de repuesto y con un Tejero cegato que sólo ha sido capaz de encontrar un traidor, cuando los hay a patadas y mayores por todos los rincones del país. Menos mal que nos queda la copla y podemos consolarnos cantando María de la O, que estaba igual de jodida que nosotros teniéndolo tó.

jueves, 22 de noviembre de 2012

PLEITOS TENGAS Y LOS GANES


Esta admonición canaria está de rabiosa actualidad. Nuestro Gobierno acaba de aprobar por vía de urgencia el alza de las tasas judiciales. De manera que ahora pleitear va a salir más caro, así que más vale afinar la puntería.

Lo cierto es que en un pleito siempre se pierde. Para empezar gastas dinero en abogados, procuradores y tasas. Si el pleito se resuelve a favor del demandante y se consigue algún tipo de indemnización (ojo, que una cosa no conlleva la otra) se podrá hacer frente a esos gastos, pero nunca se podrá reparar la relación entre demandante y demandado cuando ha habido un juicio de por medio. Por eso siempre se dice aquello de más vale un mal arreglo que un buen pleito.

Pero por lo visto en este país somos demasiado aficionados a llevar nuestras triviales querellas a los tribunales y nuestro benevolente, didáctico y paternalista Gobierno ha decidido tirarnos de las orejas  y castigar nuestros caprichos elevando las tasas judiciales, para así desincentivarnos de sobrecargar el sistema judicial con nuestras infantiles riñas.

De manera que el legislador ha devenido en juez y ha dictaminado que como nuestras demandas no tienen la suficiente enjundia (sin conocerlas, pero aducen que somos caprichosos y por lo tanto nuestras pretensiones de Justicia también lo son), pues que lo que se tercia es subir las tasas judiciales para que nos lo pensemos dos veces antes de presentar una demanda,

Eso es lo que se desprende del artículo que publica hoy El Economista, donde se afirma que “desde Justicia se justifica la medida como una revisión del sistema vigente desde 2002 y una fórmula para evitar la litigiosidad artificiosa que actualmente satura los juzgados y los tribunales”.

Hay que reconocer que este Gobierno es más ocurrente que el anterior a la hora de hacer caja como sea, porque el IRPF lo puede subir cualquiera, pero esto, señoras y señores, queridos compatriotas todos, es una clase magistral sobre formas legales de extorsión al populacho (usted y yo, sin ánimo de ofender).

No sólo van a hacer una caja espléndida a nuestra costa sino que además nos transfieren toda la responsabilidad y la culpa de la lentitud, ineficacia e ineficiencia del sistema judicial. La maniobra es brillante, hay que admitirlo. Tan brillante y cegadora que corremos el peligro de no ver la perversión que subyace en la medida.

domingo, 28 de octubre de 2012

LA DAMA BLANCA / THE WHITE LADY


Sobre la tierra dolorida amanece hoy la nieve
Adormeciendo el sufrimiento
Haciendo olvidar el mal
Sanando con una capa de pureza
Extendida como un manto de perdón
 
***
 
Upon the aching land the snow has fallen
Numbing the pain
Casting evil into oblivion
Healing with a caress of purity
Spreading like a mantle of forgiveness

martes, 25 de septiembre de 2012

CUANDO LOS NUMEROS CANTAN, NORMALMENTE DESAFINAN

La frase que da título a esta entrada no es mía, ya quisiera, pero a pesar de lo mucho que me gusta por lo atinado de su sentido el tener que recurrir a ella implica que una estridencia ha conseguido hacerse notar.
Es lo que ha pasado cuando me he dado un garbeo por la sección cultural de la edición digital de La Provincia del 25 de septiembre de este año en que, dicen, se acaba el mundo. Ahí se anuncia a bombo y platillo (con permiso de los percusionistas de nuestra querida orquesta capitalina), que la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria vuelve a superar los 1000 abonados. Eso, en una ciudad de más de 380.000 habitantes, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística para el año 2010.
El artículo se abre con el siguiente enunciado: "La OFGC, que preside el consejero de Cultura y Patrimonio Histórico y Cultural del Cabildo de Gran Canaria, Larry Alvarez, ha superado ya la cifra de 1000 abonados para la actual temporada 12-13". La noticia sigue enumerando las ventajas que supone el abono y elogiando el buen hacer de nuestra orquesta. De paso, recalca que "vuelve" a superar esa aparentemente infranqueable barrera de los 1000 (dando a entender que en algún pasado remoto y sin crisis estábamos por encima) y que hay expectativas de que la gran demanda nos lleve a cotas inmanejables de filofilarmónicos.
Me alegro de no estar en el pellejo del consejero de tan redundante consejería cabildicia, porque si lo estuviera tendría que correr a esconderme bajo un muy histórico y patrimonial adoquín de nuestro ilustre barrio de Vegueta tras la pertinente comparación entre número de abonados y número de habitantes de la capital. No le reprocho que pretenda arrayarse un millo, porque es político y es lo que tiene que hacer, lo que no llevo tan bien es que pierda de vista la partitura y dé una campanada cuando le parezca, dejándonos a todos desconcertados y sordos al resto de la melodía.
Pero como el universo necesita su equilibrio y nada queda sin compensación me entero en la misma sección de que el mismo Cabildo que perpetra noticias tan discordantes ha propiciado un ciclo de conciertos de órgano en la isla tras haber financiado la restauración de algunos de estos maravillosos instrumentos. Así que ahora resulta que un mago de Valleseco (que probablemente hable mejor que usted y que yo, ojo) va a tener el lujo de poder extasiarse con la música sacra del barroco sin que nadie lo contabilice y encima de gratis. En fin, que cada cual marche al ritmo de su propio tambor, si es que consigue escucharlo entre tanto ruido.

jueves, 6 de septiembre de 2012

VINE, BEBÍ Y VENCÍ

Las paradojas de la vida vienen a ilustrar perfectamente que el mundo es redondo, y que cuando más distancia ponemos de por medio llega un momento en que en vez de alejarnos, regresamos. El reencuentro con lo que había quedado atrás siempre nos pilla desprevenidos, de ahí el desconcierto. Simplemente, no atinamos a comprender que las vueltas que da la vida no es sino una metáfora poco precisa. En realidad las vueltas las damos nosotros, mientras la vida, el mundo y el universo se ocupan con parsimoniosa monotonía de sus cosas. Cosas triviales y sin importancia, como mantener los ciclos de las estaciones y respetar la ley de gravitación universal.
 
Mientras tanto, nosotros, libres para volar tras cualquier quimera y explorar otras dimensiones, nos encontramos invariablemente con más de lo mismo a la vuelta de cada esquina. El que la experiencia sea un chasco morrocotudo o una revelación útil depende de cómo se perciba esa realidad y de nuestra capacidad de fantasear con ella. Porque a la postre, es nuestra creatividad la que conforma nuestro mundo, colorea nuestros sentimientos y lo que nos redime.
 
Por eso, cuando hace unos días probé un fantástico vino de Castilla y León en una taberna de Ginebra, tuve que hacer el esfuerzo consciente de transformar la aparente derrota en una victoria incontestable. De manera que allí estaba yo, en el Boulevard du vin, con mi colega norteamericana Robyn esperando que llegaran los demás compañeros del trabajo y con la tarea asignada de elegir un vino. Decidí hace tiempo que los dueños del bar conocían su oficio y si habían puesto en la carta ese caldo podíamos arriesgarnos con él. También había probado hace cosa de un año un vino de la región que no me había decepcionado en absoluto, así que pedí una botella de Villalar. Recuerden ese nombre si saben lo que les conviene.
 
No solo estaba delicioso y espectacular sino que al día siguiente me encontraba como una rosa después de haberme soplado media botella de vino acompañada de unas lonchas de embutido y unos tacos de queso cuya única función era realzar su sabor, no llenar el estómago.
El caso es que todo me pareció muy surrealista en un primer momento y me resistía a aceptar que Ginebra, precisamente, tuviera algo que aportar a mi ilustración sobre los vinos españoles. El creciente entusiasmo de mi colega norteamericana iba, por su parte, haciendo añicos otro estereotipo muy bien instaurado en las creencias populares: el de que los yanquis no saben comer y mucho menos beber. Una lectura rápida de la paradoja habría sido: "te has tenido que venir a Suiza para disfrutar un vino que te habría costado la tercera parte en tu casa, enhorabuena, campeona, y para más inri, una bebedora compulsiva de Coca-cola te felicita por la elección, chúpate esa mandarina".
 
Lo único que podía hacer para evitar el bochorno existencial era recrearme en la idea de que, tal vez, si no me hubiera venido a Ginebra, nunca habría tenido la oportunidad de descubrir ese vino y nunca habría podido compartir esa revelación con alguien tan en las antípodas de mi cultura de olores y sabores como lo es Robyn. Si eso no es un triunfo, que baje Dios y lo vea.
 
Para rematar el asunto, ayer me entero por una amiga de Las Palmas, de que el gobierno va a dar unos 600.000 euros de subvención para promocionar el consumo de vino español dentro de nuestras fronteras. La verdad es que el anuncio no podía ser más oportuno. Si en algún momento tuve la tentación de verme interpretando el rol de "emigrante bebiendo con nostalgia un vaso de vino de la madre patria", ahora ya no corro ese peligro. Me siento más bien como Agustina de Aragón y me regodeo en mi papel de heroína dispuesta a beber todo lo que haga falta para levantar el país. Señor Rajoy, cuente conmigo para arrimar el hombro y empinar el codo. Salud.

martes, 24 de julio de 2012

WHAT GOOD?


What good is life without a hand that slips in mine?
What good is hope when all it summons is a ghost?
What good’s a heart that doesn’t ring with other’s beat?
What good, indeed?

sábado, 14 de julio de 2012

LA POLICIA PONE A SALVO A UNA SEÑORA EN LAS PROTESTAS DE FERRAZ


Este y no otro debería ser el titular para el video que circula por youtube. El que luce actualmente no puede ser más desafortunado: la policía detiene a una anciana en las protestas de Ferraz. Y lo es porque las palabras tienen poder. Tánto, que desafían la validez de un dicho universalmente aceptado como verdad indisputable, el de que una imagen vale más que mil palabras.

Y es que con el filtro de ese titular las imágenes que vemos nos llegan ya distorsionadas. Esa distorsión no nos permite percibir ni la inaudita exquisitez de los policías en el trato a la señora en medio de un disturbio ni el verdadero motivo de su actuación, que no es otro que el de quitarla de en medio para el caso más que probable de que se pueda hacer daño, tanto si es la policía como el resto de los manifestantes quien lo pueda producir, o incluso, ella misma, que por su estado de nervios parece muy capaz de golpearse contra una farola o caerse en una zanja.

Porque qué otro motivo podrían tener? Qué pueden temer unos hombres como castillos de ese ser frágil y alterado? El trabajo de estos policías no sólo consiste en mantener el orden, sino, sobre todo, en proteger y es exactamente eso lo que están haciendo.

Lo malo es que el periodismo irresponsable de este país, tanto el aficionado como el profesional, se empeña en presentar este hecho como una muestra del abuso de los poderes públicos contra el ciudadano indefenso, denigrando la dignísima actuación de unos hombres que no sólo hacen bien su trabajo sino que tampoco quieren tener sobre sus conciencias el atropello de una mujer que probablemente les recuerde a su madre, porque no son los desalmados que pinta el titular. Son, como todos los funcionarios de este país, trabajadores con el sueldo recortado, sin la paga extra de Navidad y los que hacen que los servicios de la Administración funcionen. Porque no se habrán creído que eso lo hacen nuestros políticos, no?

Pero ahí está ese titular sirviendo a no sé qué propósito. Quisiera pensar que es sólo estupidez, pero tachar a una mujer de 58 años de anciana es una prueba de maldad más que suficiente para inferir una intención maléfica en todo el montaje. Una cadena de televisión presuntamente seria la califica de mujer de avanzada edad. Está claro que pretenden minarnos la autoestima más allá de lo que suponen las penurias económicas y la instilación permanente del miedo al mañana. Prácticamente nos están diciendo que ya estamos con un pie en la tumba. Diabólico.

domingo, 27 de mayo de 2012

LA CASA DEL BAOBAB


Había una vez una casa en una isla perdida en cuyo patio se erguía un asombroso baobab. En primavera las mariposas revoloteaban alrededor de sus flores mientras el agua de la fuente cercana borboteaba alegre y melodiosa. Bajo sus ramas se congregaban cuenta cuentos, músicos, pintores, bailarines, cineastas, filósofos, poetas y sabios que compartían sus dones con todo el que se acercaba.


Poco a poco, la gente fue conociendo lo que sucedía a la sombra del baobab y empezó a comprender que no todo eran leones feroces y despiadados, ni polvorientas y mortíferas sequías, ni devastadoras enfermedades, ni pavorosas hambrunas. Y a la sombra del baobab se dieron cuenta de que había alegría en vez de desolación, sueños en vez de pesadillas y esperanza en vez de derrota.


Me cuentan que la casa ha cambiado de dueño y que ahora bajo el insigne árbol se reúnen los comerciantes vociferando su mercancía usurpando el lugar de los griots, empujándolos de nuevo a la sabana calcinada y acaparando toda la sombra para instalar sus tenderetes. Dicen que son los dueños del agua que lo riega y que por tanto les pertenece. Pero sus hojas están mustias y las mariposas se han ido.


Un día ellos también se irán en busca de otro árbol más frondoso bajo el que cobijarse y al que tampoco sabrán cantar la canción adecuada. Entonces el baobab florecerá de nuevo. Cuando cese la estridencia de los mercaderes, volverá el verdor a enseñorearse del desierto. No por nada son míticas sus raíces.

lunes, 7 de mayo de 2012

LA NAVAJA DE OCKHAM


Cuando tenía siete años y me había ganado ya la confianza de los adultos hice lo que cualquier criatura habría hecho en esas circunstancias: demostrarles que se habían equivocado. La forma que escogí para reclamar mi paraíso perdido no fue muy original, pero es un clásico donde los haya, porque lo que hice fue coger unas enormes tijeras y cortarme un buen mechón de pelo.
Mi inconsciente ha eliminado por completo la memoria de la reacción de mi madre ante la moña ingobernable que luciría en medio de la frente por una buena temporada. Lo que no podré olvidar mientras viva es la admonición paterna que recibí el mismo día. Mi padre se me acercó con una expresión extraña (que años más tarde reconocería como la expresión de “me tengo que aguantar la risa como sea”) y después de contemplar el desaguisado desde todos los ángulos me dijo: “la próxima vez que tengas una ocurrencia de estas acuérdate de lo que dijo el filósofo: pienso, luego existo”. Y se quedó tan ancho.
El caso es que lo dijo tan convencido de que yo lo estaba entendiendo que ni se me ocurrió dudar de la traducción libre que hice a toda pastilla del apotegma cartesiano, porque en aquel momento precioso en el que se dirigía solo a mí defraudar su fe habría sido mucho peor que raparme al cero. Como desconocía el uso de la palabra "luego" como conjunción me tuve que conformar con el adverbio y convencerme de que “pienso, después existo” debía significar que había que pensar las cosas antes de actuar. Le respondí con un sí papá muy sentido y no pude tener ningún remordimiento por el corte de pelo porque estuve muy ocupada el resto del día preguntándome si una frase como esa tenía sentido, si el existir equivalía al ser y al actuar, o si no era imposible pensar y existir en tiempos distintos.
Viene todo esto a cuento porque últimamente los correos que recibo sobre los recortes de Rajoy y los incumplimientos de su programa empiezan a ser más que los que recibo de chistes sobre la crisis, pero mientras estos últimos son todos distintos y geniales los primeros repiten el mismo machaconeo de tijeras y palabras traidoras. Al final el bombardeo ha hecho mella y necesito explicarme la pasión de nuestro presidente por los recortables y los juegos de palabras. Sobre todo necesito entender cómo ha sido capaz este hombre de rebajar a todo un país de humoristas brillantes a la categoría de contables de sus miserias. Igual lo he subestimado o malinterpretado.

Porque es posible que cuando dijo aquello de "el PP no pretende abaratar el despido sino promover que el contrato indefinido sea la regla general" no lo hayamos entendido bien. Puede que con lo de contrato indefinido quiera decir un contrato en que ya no están claros ni el salario, ni las garantías, ni los derechos, ni las obligaciones, ni la jornada, ni se sabe tampoco cuánto durará tal suplicio de indefinición para el que tenga la suerte de firmarlo. Y para implantar este monumento a la indeterminación habrá que acabar con los rígidos contratos preexistentes, que no dejan ningún margen a la contingencia ni a la manifestación de la divina providencia. Igual hay que abaratar los despidos para poder librarse de esas rémoras, pero ya dice desde el principio que esa no es la prioridad. Y visto así, la verdad es que el hombre ha cumplido. El problema es que ya no tengo siete años ni la necesidad imperiosa de entender lo incomprensible aún a costa de la verdad misma.
Entiendo que los tiempos son difíciles y que es necesario ajustar, reconducir y gobernar. Pero también entiendo que las tijeras son una herramienta fascinante y que el lenguaje está lleno de matices y polisemias tan útiles para cierta forma de hacer política como nefastos para la filosofía. La conclusión es inevitable: tengo que suponer que Rajoy no se permitió romper un plato de pequeño y se las está cobrando todas juntas ahora que es presi. Vamos, que miente como un bellaco.

domingo, 22 de abril de 2012

LA DONCELLA Y EL DRAGÓN


El enorme y fiero dragón lanzó una llamarada y dio un paso hacia la doncella. Sus ojos parecían rubíes incrustados en su poliédrica testuz, tan facetados y duros como la coraza que la revestía. Sus hoyares todavía humeaban cuando abrió sus fauces y habló.
-¿Se puede saber dónde te habías metido? El té se ha enfriado.
-He venido en cuanto he podido escaparme. ¿Te crees que es fácil librarse así como así de una docena de caballeros, un juglar y cuatro damas de compañía? ¡He tenido que fingir un ataque de astenia primaveral y luego descolgarme por la ventana de mis aposentos embutida en este ridículo vestido que no hacía sino engancharse a la enredadera!
-Oh, lo siento.
-Cada vez me lo ponen más difícil. Temo que un día no pueda acudir a nuestro encuentro anual y entonces…
-No. Te las arreglarás. Siempre lo haces. Ese es tu poder. Y yo estaré aquí, aguardándote. Presto a poner mi pecho a tiro de la lanza de un guerrero digno. Solo espero que sepa reconocerlo…
-Lo harás. Solo tú conoces la melodía de su corazón y eres capaz de oírla entre todo el mundanal ruido.
-Cada vez es más ensordecedor, ¿no te parece? Si no fuera porque su corazón y el mío resuenan no sería capaz de distinguirlo. Mira, por ahí viene uno. La armadura y los arreos de su caballo forman un estruendo tan grande que se oye desde aquí. Y encima todo ese hierro no hace sino crear interferencias.
-¿Es él?
-Está lejos todavía, no consigo captar nada. Pero deberías apartarte un poco, él si puede vernos. O al menos finge que estás espantada.
-Sabes que no puedo. La última vez que lo intenté me dio la risa.
-Sí, no me lo recuerdes. Mientras mi sangre fertilizaba la tierra y tu caballero luchaba contra su pánico, tú te desternillabas. Si la escena no hubiese sido tan ridícula probablemente habría que tacharla de impía.
-Oye, ya te dije que no lo hice adrede, ¿vale? Lo que es una ridiculez es pretender que esté atemorizada por ti cuando soy quien mejor te conoce solo porque el ego de mi guerrero no soporta que su valor rivalice con el mío. Bastante tengo con dejarme rescatar después de vencer mil peligros para llegar hasta aquí. Y encima voy a tener que bordar un tapiz del tamaño de una pared recreando su hazaña, no te olvides de eso.
-Está bien, todo lo que tú quieras, pero recuerda que tú eres su inspiración y si no es por ti él no estaría aquí cumpliendo su parte en el ciclo.
-Y la cumple por las razones equivocadas, sólo porque su deseo es más fuerte que su miedo.
-Ya, pero hasta que no comprenda su cometido tendrá que seguir recreando esta historia. Yo también estoy impaciente porque las cosas cambien; te aseguro que una lanza atravesándote el corazón escuece lo suyo.
-Supongo que sí. Siento lo del té, te habías tomado muchas molestias. Es una pena que no hayamos tenido más tiempo.
-No te preocupes, me temo que todavía habrá muchas más ocasiones. Apártate un poco, ¿quieres? Nuestro guerrero se acerca y tengo que recibirlo como está mandado, no hay duda de que se trata de él.
El dragón desplegó sus alas y elevando su monstruosa cabeza lanzó un rugido que incendió las nubes. Mientras tanto, una solitaria lágrima resbalaba por el rostro impasible de la doncella.

San Jorge, por  Paolo Uccello, c. 1450

lunes, 19 de marzo de 2012

TRIPLE SALTO MORTAL EN LA OSCURIDAD

La noticia me ha dejado aturdida: una pareja gana una demanda a un hospital por no haber diagnosticado durante el embarazo el síndrome de Down de su hija. La noticia la acompañaba la foto de una niña angelical de tres o cuatro años con esa condición. Si la foto hubiera sido la del abogado que ganó el pleito, la de los padres o la de la fachada del hospital, probablemente no hubiese caído en lo monstruoso de todo el asunto: el cómo la crueldad cotidiana pasa desapercibida, en este caso  a la sombra de la justicia.
Me pregunto qué explicaciones le darán esos padres a su hija si llega el momento. Algunas personas con síndrome de Down son capaces de obtener un título universitario y muchas de ellas son capaces de desenvolverse en este mundo y descifrar lo que ocurre a su alrededor y les concierne.
El mensaje que están recibiendo todas estas personas en condiciones de captarlo, y como ellas otros seres humanos que han nacido con serias malformaciones, es que su vida es un lastre que hay que evitar a toda costa. La sociedad en la que viven siente un rechazo tan grande hacia ellos que ni siquiera les permite nacer. Y si por un error médico llegan a ver la luz el culpable es castigado con todo el peso de la ley.
Esa es la estima que les tiene una sociedad en la que ellos luchan por integrarse con toda su fuerza y su candor. Sus familias y sus comunidades se ven forzados a hacer auténticos malabarismos intelectuales para convencerles de que eso no es así, cuando ni nosotros mismos atinamos a explicarnos cómo esa sociedad, que formamos las familias y las comunidades, ha acabado siendo una entidad tan extraña y despiadada.
Me pregunto también qué sienten los ancianos y los enfermos que se aferran a la vida con uñas y dientes cuando se debate sobre la eutanasia, cuando se utilizan tantos y tan sesudos argumentos para intentar decidir cuándo es lícito vivir y cuándo no. Me aterra pensar que se legisle sobre este tema, porque en cuanto esta sociedad monstruosa tenga un criterio unánime sobre qué es una vida “de calidad” cualquier otro tipo de vida que no cumpla con los requisitos quedará desatendida y proscrita.
La vida y la muerte son procesos naturales y a menudo oímos decir que la naturaleza es cruel. Por lo visto no teníamos bastante con la metáfora y nos estamos empleando a fondo en convertir la existencia en una atrocidad en nuestro afán por mejorar la vida. De manera que el Homo Sapiens Sapiens, que empezó a caminar derecho antes de ayer y que se ha sacudido todos los yugos morales esta mañana después del desayuno, está esta noche enfrascado en enmendarle la plana a la vida, alterando cuantos códigos genéticos y éticos se le pongan a tiro. Y sin red.


Dedicado a mi padre.

sábado, 10 de marzo de 2012

SÁBADO


Haciendo el vago mientras suena La vie en rose cantada por Grace Jones. Se puede pedir más? Seguro que sí, pero superarlo es difícil. Feliz fin de semana.

lunes, 5 de marzo de 2012

AMORES DALTÓNICOS

Llegó a mi vida con los primeros días cálidos de marzo,  anticipando la primavera. Y verdaderamente ha sido como un renacer. Los días que hemos pasado juntas he vuelto a disfrutar de la caricia del aire en mi cara, de la fragancia de la hierba y de la luminosidad del mediodía.
Mis sentidos se han despertado y todas esas sensaciones me han hecho experimentar de nuevo una libertad alegre como no recordaba desde la infancia. Tengo ganas de cantar o de silbar a todas horas y no dejo de maravillarme del renovado vigor que se ha apoderado de todo mi cuerpo, llevándome a traspasar gustosamente la frontera que separa la fatiga de la extenuación.
En su compañía el tiempo se detiene y da paso al presente perpetuo, al goce máximo del aquí y ahora, donde la fantasía despliega su colorido hasta que la realidad huye sonrojada, donde el desafío es atendido en vez de desoído, donde el único paso seguro es la senda inexplorada.
Fue amor a primera vista, a pesar de lo poco que me gustó el color de su atavío. Su solidez y su elegancia me impactaron tanto que al cabo de unos días me había olvidado por completo del fucsia moteado de dorados que la revestía. De nada valieron los coqueteos de otras mejor engalanadas, ya me había robado el corazón y no pude hacer otra cosa que ir a por ella y llevármela a casa.
Se llama Marie-Antoinette, pero me deja que la llame Toñi. En realidad nunca me ha dicho si le gusta o no el diminutivo y como quien calla otorga la llamo Toñi, decido cuándo salimos de paseo y lo que se compra para la cena aunque lo acabe cargando ella. Y no es que no tenga carácter, porque más de una vez es ella quien marca el rumbo y soy yo quien sucumbe a la inercia de su empuje, lo que ocurre es que no solemos hablar. En parte porque nos entendemos con una mirada y en parte porque se trata de mi bicicleta y no puede.


Dedicado a Lidia. 

Advertencia: Cualquer parecido de esta historia con la de los novios de mis amigas es una feliz coincidencia que solo demuestra que hay una razón para que nos llevemos tan bien.

lunes, 13 de febrero de 2012

ECONOMÍA SUBVERSIVA VII

Hoy la prensa económica se deshace en comparativas del coste del despido en España frente al del  resto de  países de la CEE y, oh, sorpresa! Resulta que es el más caro de todos. Desproporcionadamente caro. Pero esto nunca ha sido un secreto, lo que ocurre es que conviene airearlo ahora para que la reforma laboral “se entienda” mejor. Que maravillosa sintonía la de los periódicos y el Gobierno. Dan ganas de creer en la sincronicidad de Jung, en la existencia de las almas gemelas y en el retorno de Elvis, todo al mismo tiempo.

Ya tuvimos hace poco una señal de que prodigios como este se sucederían antes del advenimiento de la Reforma, cuando nuestro presidente presumía en Bruselas de lo que esta medida significaba. “ME va a costar una huelga general”, decía él tan ufano, con una sonrisa en toda la cara. No le va a costar al Gobierno, no nos va a costar a los españoles (que seremos quienes la paguemos en forma de días descontados y de cajas sin hacer), le va a costar a Él. Y lo dice con el mismo tono satisfecho del que dice “este deportivo de marca me va a arruinar en gasolina”. Habrá quien lo tome por un lamento, pero en realidad es jactancia. Y es que no hay nada mejor para apuntalar el recién adquirido prestigio en el patio del recreo de los chicos mayores que ir diciendo: “Soy tan presidente, pero tánto, que me hacen una huelga general. Chincha y rabia.”

Con tantas señales, tanto toque a rebato de campana y tanto ángel exterminador en la judicatura me había hecho ilusiones de que esta vez la cosa iba en serio. Pero por lo que van destilando a cuentagotas los medios, que en su sabiduría administran y dosifican la información, lo que tenemos delante no es el fuego purificador de un apocalipsis que devore los andamios podridos de unas estructuras desvencijadas, es solo otra vuelta de tuerca al mismo andamiaje chirriante. El despido seguirá siendo carísimo, tendremos más legislación, nuevos tipos de contrato, nuevas complicaciones y para rematar, rizando el rizo, el paro será compatible con el trabajo. Más peso para la estructura y más peligro para todos. En resumen: un disparate.

Ya está bien de tanto paternalismo. Si no nos podemos permitir negocios ineficientes habrá que replantearse si no es hora de acabar de una vez con las indemnizaciones desmesuradas por el lado de los trabajadores y con las deducciones, bonificaciones y exenciones de las empresas por el otro. Ni los trabajadores son funcionarios con derecho a plaza fija ni el Estado le debe nada a los empresarios porque hayan decidido aventurarse en un negocio.

Y los bancos y cajas, calladitos, cómo no, por mucho que tengan ganas de tirar cohetes. La ineficiencia es muy cara, y ahí han estado, están y estarán ellos, financiando el despilfarro mientras haya garantías y son los únicos beneficiados de este lamentable estado de cosas. En una economía saneada con unas empresas que se autofinancian, quién los necesita?

Somos un pueblo inmaduro y esto se refleja en la manera en que se gobierna: amenazando y asustando primero, para acabar luego cediendo a caprichos y lloriqueos, con miedo de perder tanto el aura de benefactor munificiente como el amor de los gobernados. Y así llevamos siglos, sin osar ni querer emanciparnos del poder establecido, sin desafiar a Papá Estado. Mientras en el resto de Europa se quitaban de encima la autoridad de Roma y la de los reyes aquí nos pusimos todos de acuerdo (por una vez)  para quitarnos de encima a los franceses. Lástima que lo hiciéramos tan bien y tan rápido, podíamos habernos aprovechado un poco más de la Ilustración.

Claro que, si uno lo piensa, es casi un milagro que hayamos llegado tan lejos con tanto lastre y habiendo empezado tan tarde. Igual aun estamos a tiempo de coger al toro por los cuernos y enderezar la situación. Por lo pronto, parece que lo del caso Urdangarín no se va a quedar en agua de borrajas. No es como cortarle la cabeza al rey (que Dios no lo permita), pero por algo se empieza. Y debería bastarnos. Somos también un pueblo muy imaginativo y una buena alegoría la procesamos divinamente.

domingo, 12 de febrero de 2012

LA ALMENDRA AMARGA

Los investigadores han conseguido dar con un método de diagnóstico precoz del Alzheimer. Mediante el análisis de ciertas proteínas en el líquido raquídeo son capaces de establecer si la persona desarrollará o no la enfermedad en los próximos cinco años.

Esto le da al potencial enfermo la capacidad de tomar por sí mismo decisiones sobre el cuidado de su persona, tratamientos y otras disposiciones cuando aún está en condiciones de hacerlo con  lucidez. Por otra parte, esa posibilidad libera a sus cuidadores de tomar por el enfermo unas decisiones para las que no se sienten cualificados ni autorizados. Por todo ello, este descubrimiento ha sido considerado como un logro, a pesar de que no implica una cura de la enfermedad ni una forma de impedir o retrasar su desarrollo.

Los investigadores se felicitan por este avance porque entienden que el paciente aprovechará para poner en orden sus asuntos y que sus familiares no tendrán que vivir con la angustia de si están haciendo lo correcto o no puesto que las decisiones las habrá tomado el enfermo cuando estaba sano, aunque, en el día a día de los cuidadores, ese es el menor de sus problemas, con todo lo grave que es.

Este optimismo es una clara muestra de cómo ver el vaso medio lleno, en el mejor de los casos, o de cómo los árboles no dejan ver el bosque, en el peor. Me temo que sea lo último. Los investigadores, inmersos como están en sus estudios y cegados por el brillo de su descubrimiento han perdido de vista la realidad.

Y es que es mucho suponer que una persona, tras el anuncio de semejante pronóstico, sea capaz de tomar las decisiones adecuadas con lucidez. La lucidez es algo más que la ausencia de demencia, y desgraciadamente para nosotros es una cualidad rara. Invocarla en un momento de desesperación como ese no deja de ser un delirio cuando normalmente nos las apañamos sin ella la mayor parte del tiempo. Y si uno no se desespera en ese momento porque no sabe nada de la enfermedad tiene cinco largos años por delante para ir acumulando miedo, angustia y estrés.

Por otro lado, la ventaja para los cuidadores tampoco es clara y podría terminar jugando en su contra. Seguro que habrá mucha gente que se sentirá muy aliviada por no tener que tomar decisiones sobre el bienestar de su ser querido y a las que les abruma la responsabilidad de elegir entre varias opciones de tratamiento o de asistencia, cuando las hay. Pero también hay mucha gente que asume esa responsabilidad con la misma disposición con la que un padre decide cuidar y criar a un hijo, tomando las decisiones que haga falta tomar a medida que se vayan requiriendo. Hace lo que hay que hacer. Pero si el enfermo, tan falto de recursos como los cuidadores y los mismos médicos, ha dispuesto en un testamento vital algo que resulta inadecuado, dejará con las manos atadas a la persona que de otra manera podría haber puesto remedio a una situación indeseada.

La responsabilidad puede vivirse como una carga o como una manera de hacerse cargo de una situación. Cuando esa manera surge de nuestra propia auto exigencia ética, nada ni nadie nos podrá liberar de tener que tomar decisiones difíciles. El que nos lo impidan solo empeorará las cosas.

 Los científicos se han apresurado en mostrar su descubrimiento como una mejora en las condiciones de vida de enfermos y cuidadores. Imagino que el no dar con una cura tras tantos años de esfuerzo debe ser muy frustrante. Me pregunto si se dan cuenta de que hoy por hoy recibir un diagnóstico de Alzheimer a cinco años vista equivale a una condena de cinco años en el corredor de la muerte sin posibilidad de indulto. Hay cosas que es preferible no saber y ahora mismo no se me ocurre ninguna mejor que ésta.

sábado, 11 de febrero de 2012

DÍA DE LOS ENAMORA2

Teniendo en cuenta que en el mundo hay 7000 millones de personas podría concluirse que hay que ser muy torpe para andar sin pareja el día de San Valentín. Pero la simple aritmética no basta cuando se trata del amor, ahí nos tenemos que mover en el terreno de los conjuntos borrosos, los límites y las indeterminaciones.

En el dominio de los afectos, uno equivale a cero, pero todavía puede ser peor. Se dan casos en que uno más uno resulta ser también cero y esto sucede cuando en vez de abrazar la unidad positiva lo que hacemos es operar con un negativo camuflado por un paréntesis que no deja ver su auténtica naturaleza. También pueden ocurrir cosas inquietantes, como que dos se conviertan en uno, desapareciendo la esencia de los sumandos en una nueva unidad sin alma.

Lo más común es que uno más uno generen un conjunto cerrado de al menos media docena de elementos entre los que se incluyen suegras, cuñados, amantes y fantasmas del pasado, que a su vez colisionan con otros conjuntos, resultando de la intersección un subconjunto que pone al límite la capacidad integradora de los números iniciales que acaban transformándose en irracionales. La derivada de todo esto suele pasar por el juzgado, que declara abierto el conjunto por reducción al absurdo.

Raras veces ocurre que uno y uno sumen dos, pero cuando sucede nos maravilla la magia de la dualidad y su equilibrio, por eso lo buscamos sin cesar. El problema es que nos solemos perder en el bosque de los números imaginarios y acabamos tropezando una y otra vez con sus tramposas raíces. El único axioma válido en este campo es que son los elementos reales los que cuentan y suman. Lo demás son cuentos y además restan.