Como lo oyen. Olvídense de potingues, dietas y terapias láser. Prueben un órgano a todo trapo mientras reposan en el sofá. Es lo que hice yo ayer después de pasarme un día en el que todos los espejos se empeñaban en devolverme una imagen desastrosa. Una hora de tocatas, fugas y fantasías será muy buena para el alma, pero donde mejor se ve es en la piel. Cuando fui a lavarme los dientes casi no me reconozco, palabra. Que digo yo que debe ser esa potencia atronadora que te estira el pellejo como en un túnel de secado lo que hace que desaparezcan no solo las arrugas sino los tonos mortecinos, por no hablar de los cristales que habitan los registros altos y cómo te hacen un peeling, sin que duela ni nada. Y encima de gratis.
Esperanza, no pierdo más el tiempo añadiendo un comentario. En este mismo momento desconecto y voy a tumbarme en el sofá al tiempo que elijo algo de BACH para escuchar. Espero no volver a la infancia. No necesito tanto. Gracias por el consejo: barato y saludable. Ahora vuelvo (con otro aspecto, claro, pero vuelvo) Minervina.
ResponderEliminarVale, pero que no se enteren las multinacionales de la cosmética porque si no nos linchan. Menos mal que aquí en la contraportada del ciberespacio no nos oye nadie.
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