Fantasías sobre la realidad y ocurrencias varias







domingo, 24 de marzo de 2013

LA PRIMAVERA SEGÚN HONEGGER


Los pajarillos haciéndole los coros al timbre de las bicicletas mientras el arroyo se los hace al ronroneo del motor de explosión. Unos gatitos se relamen los bigotes a la luz de un claro de luna en un callejón perdido al tiempo que un ragtime se escapa por la puerta de atrás de un piano bar. Las campanadas de la iglesia marcan las horas igual que las bocinas del tráfico de la hora punta y todo discurre en perfecto artificio. La ciudad incrustada en la campiña florece como un injerto imposible. La belleza no da tregua ni en la más abyecta realidad, la muy de ella.

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