Fantasías sobre la realidad y ocurrencias varias







viernes, 23 de noviembre de 2012

SE NECESITA ANTI HEROE PARA LUCHAR CONTRA SUPER VILLANO SUPUESTAMENTE INEXISTENTE. RAZON: AQUI, EN ESPAÑA ¿DONDE IBA A SER?



Hace unos días andaba yo fantaseando con la idea de que Gila resucitara, se pusiera al mando del ejército y telefoneara a la Moncloa preguntando y exigiendo con toda pertinencia y chulería: “¿Está el enemigo? Que se ponga” y que después siguiera con la CEE, el club Bilderberg, la OIC, la OMS y, ya puestos, que llamara también a Bill Gates y a Coalición Canaria.

Terminé abandonado la fantasía porque solo podía visualizar a Rajoy balbuceando incoherencias frente a los geniales disparates de Gila y empezaba a resultarme penoso. A pesar de la carga de justicia poética de un alzamiento contra un gobierno de derechas y de imaginar al comandante en jefe reprochándole al presidente que su manera de hacer la guerra era poco seria, la imagen de Rajoy conseguía quitarme las ganas de recrearme en mi particular delirio.

La realidad, sin embargo, ha probado ser más osada que mi imaginación, porque resulta que Tejero ha denunciado a Artur Mas por “provocación, conspiración y proposición para la sedición”. No sé, igual hay algo en el aire y lo he pillado, aunque no creo que sea la gripe.

Francamente, no entiendo a qué viene lo de soñar con hacerles un consejo de guerra a nuestros gobernantes. La jurisdicción ordinaria debería bastar, porque para eso estamos en una democracia y en tiempos de paz, ¿no? La dictadura quedó atrás y ahora la gente no es forzada al destierro o al exilio ni es ejecutada por tener ideas contrarias al régimen. Ahora, los españoles decidimos libremente emigrar porque no podemos vivir aquí o nos suicidamos por la misma razón, ahorrándole al gobierno la molestia.

Los estragos vienen a ser los mismos o peores, pero todo es políticamente correcto y el Estado no se ensucia las manos perpetrando la clase de crímenes que uno esperaría de sistemas políticos y países menos avanzados. Que nadie diga que España no es un Estado social y democrático de Derecho, como proclama nuestra constitución. O que lo diga y hasta que lo denuncie si le viene en gana, ya que todos tenemos derecho a la Justicia si nos vemos agraviados por los modélicos poderes públicos que nosotros mismos nos hemos dado.

Es lo bueno que tiene la democracia, que nos da el derecho y el deber de elegir libremente a nuestros verdugos y alternarlos cada cuatro años. Y nosotros sin Gilas ni Garzones de repuesto y con un Tejero cegato que sólo ha sido capaz de encontrar un traidor, cuando los hay a patadas y mayores por todos los rincones del país. Menos mal que nos queda la copla y podemos consolarnos cantando María de la O, que estaba igual de jodida que nosotros teniéndolo tó.

jueves, 22 de noviembre de 2012

PLEITOS TENGAS Y LOS GANES


Esta admonición canaria está de rabiosa actualidad. Nuestro Gobierno acaba de aprobar por vía de urgencia el alza de las tasas judiciales. De manera que ahora pleitear va a salir más caro, así que más vale afinar la puntería.

Lo cierto es que en un pleito siempre se pierde. Para empezar gastas dinero en abogados, procuradores y tasas. Si el pleito se resuelve a favor del demandante y se consigue algún tipo de indemnización (ojo, que una cosa no conlleva la otra) se podrá hacer frente a esos gastos, pero nunca se podrá reparar la relación entre demandante y demandado cuando ha habido un juicio de por medio. Por eso siempre se dice aquello de más vale un mal arreglo que un buen pleito.

Pero por lo visto en este país somos demasiado aficionados a llevar nuestras triviales querellas a los tribunales y nuestro benevolente, didáctico y paternalista Gobierno ha decidido tirarnos de las orejas  y castigar nuestros caprichos elevando las tasas judiciales, para así desincentivarnos de sobrecargar el sistema judicial con nuestras infantiles riñas.

De manera que el legislador ha devenido en juez y ha dictaminado que como nuestras demandas no tienen la suficiente enjundia (sin conocerlas, pero aducen que somos caprichosos y por lo tanto nuestras pretensiones de Justicia también lo son), pues que lo que se tercia es subir las tasas judiciales para que nos lo pensemos dos veces antes de presentar una demanda,

Eso es lo que se desprende del artículo que publica hoy El Economista, donde se afirma que “desde Justicia se justifica la medida como una revisión del sistema vigente desde 2002 y una fórmula para evitar la litigiosidad artificiosa que actualmente satura los juzgados y los tribunales”.

Hay que reconocer que este Gobierno es más ocurrente que el anterior a la hora de hacer caja como sea, porque el IRPF lo puede subir cualquiera, pero esto, señoras y señores, queridos compatriotas todos, es una clase magistral sobre formas legales de extorsión al populacho (usted y yo, sin ánimo de ofender).

No sólo van a hacer una caja espléndida a nuestra costa sino que además nos transfieren toda la responsabilidad y la culpa de la lentitud, ineficacia e ineficiencia del sistema judicial. La maniobra es brillante, hay que admitirlo. Tan brillante y cegadora que corremos el peligro de no ver la perversión que subyace en la medida.