Ah! Por fin una celebración verdaderamente democrática, que no tiene nada que ver con raza, credo, género, orientación sexual, ciudadanía, discapacidades, enfermedades, progenie, estado civil o profesión.
Por si lo anterior fuera poco, hay que señalar que este movimiento no tiene ideario, con lo cual es inmune a cualquier intento de sabotaje idéologico, venga de donde venga. Y eso también significa que no se podrá institucionalizar y, consecuentemente, no se podrá pervertir.
La espontaneidad, desfachatez y genuinidad que conlleva el frikismo no se desluce por instaurar un día en el calendario para celebrarlo. En realidad, si hay algo que vale la pena celebrar, es la capacidad del ser humano para reirse en las narices del status quo y sus ridículas imposiciones sobre lo que es cool, fashion, trendy, lo que mola y lo que no.
En definitiva, un club al que a Groucho Marx le hubiera encantado pertenecer porque le habrían denegado la entrada por no ser lo bastante "rarito", aunque ni exista un club ni mucho menos reglas. Una maravilla.
Aquí un saludo Vulcano de Star Trek. Con la mano izquierda porque con la derecha no me sale igual de bien, qué le vamos a hacer.