Fantasías sobre la realidad y ocurrencias varias







sábado, 4 de julio de 2015

MASA CRITICA

Estoy encantada con los resultados de Podemos tras las últimas elecciones. Viene a demostrar que la sociedad española no lo ha dado todo por perdido y que ha tomado en sus manos el hacer algo al respecto de la situacion descorazonadora en la que andamos metidos. Al margen de lo que pueda terminar ocurriendo el avance ha sido gigantesco y nos marcará para bien.

A pesar de lo que todos ya sabemos sobre la realidad socio cultural de nuestro país no se puede ignorar que hay muchísima gente que ha tenido, a lo largo de los últimos 50 años, acceso a la educación. Con todos los defectos del que el sistema ha padecido desde el principio hasta nuestros días, no cabe duda de que ha existido y de que a muchos les ha aprovechado y en ese sentido la población de entre 40 y 80 años es de lo mejorcito que ha visto este país en lo que a formación y criterio propio se refiere.

El azar o la divina providencia ha querido que esta circunstancia excepcional concurra con otra que no es sino la del surgimiento de un genio político, de nombre Pablo Iglesias. Podrá terminar siendo o no el diablo con coleta del que hablan sus detractores, pero ha logrado movilizar y canalizar una conciencia ciudadana a punto de caramelo para un desafío a su altura. UPyD supo detectar el fenómeno incluso antes de que apareciera en escena el movimiento de indignación colectiva y sus resultados de movilización fueron notables, mucha gente venció el miedo, el pudor y hasta el repudio que involucraba "meterse en política" y ese fue el primer paso. Pero lamentablemente sus líderes estaban anclados en modelos viejos que no se superaron, no se si por falta de ideas o de coraje. O simplemente por cuestión de justicia poética y de tener que oficiar el papel de chivo expiatorio para reconciliarnos con nuestro ethos político, si es que algo así existe, que no me sorprendería.

Y entonces llega Pablo Iglesias y arrasa. Su mayor éxito no está en el número de alcaldes, présidentes, concejales y consejeros que haya obtenido el partido. Está en el número de votantes y candidatos al que se le ha brindado la oportunidad -y la han tomado- de demostrar a las claras y por las buenas que no tienen ningún miedo y que están dispuestos a participar activamente en un proyecto común, abarcativo y esperanzador.