Hace años que vengo siguiendo a
los conspiranóicos de Youtube con una curiosidad inagotable, no sólo porque
tocan todos los temas habidos y por haber relacionados con lo inexplicable,
sino por esa capacidad de fantasear teorías que lo mismo sirven para descifrar
el último traje de Letizia que para ofrecer una cosmovisión totalmente nueva (o
varias) a cualquiera que ande despistado en banalidades parecidas, como andar
cuestionándose el porqué de la existencia o el devenir de la humanidad.
¿Se acuerdan de Carlos Jesús?
Pues lo que andan contando los iluminados de ahora viene siendo lo mismo, sólo
que sin túnicas, con mayor elocuencia y mejor dicción y sin un Javier Cárdenas al
lado ayudándolo a ponerse en ridículo por mor del índice de audiencia. Los de
ahora tienen canal propio de Youtube y, en su desinteresado deseo de ayudar a
elevar el nivel de conciencia de todos nosotros, comparten sus hallazgos entre
anuncio y anuncio (elegido por Youtube sin ningún criterio esotérico) y nos
conminan a despertar de nuestro letargo espiritual al tiempo que nos advierten
de las trampas del sistema para despistarnos. Imagino que lo de insertar
anuncios cada cinco minutos es un buen ejemplo de cómo ese sistema perverso de
manipulación de masas actúa para interferir con los importantes mensajes que
tienen que ofrecer.
Muchos de ellos quieren ser
percibidos como investigadores serios y se abstienen de proclamar que tal o
cual cosa les ha sido revelada por entidades de cualidad etérica, pero llega un punto en
que no pueden resistir la tentación y empiezan a dejar caer cosillas tales como
psicofonías o “fuentes que no pueden revelar”. Pero incluso para esto hay una
explicación, y es que cuando alguien se aproxima demasiado a la verdad, las
fuerzas malignas le hacen desbarrar para que el descrédito haga el resto y ese
investigador sea tildado de loco y cualquier cosa que diga no sea tomada en
serio. Al fin y al cabo, todo es una conspiración.
Y es que la conspiración es un
filón. Es la respuesta para todo.Y su enorme poder es que se basa en una
premisa muy tranquilizadora para los que sufrimos de fobia a la teoría
contraria (la teoría del caos) ya que supone que alguien está a cargo de todo
el tinglado. Puede que no haya dios, pero en ausencia de éste, hay un plan
preconcebido, una hoja de ruta, un algo y sobre todo, alguien a quien echarle
la culpa y pedir responsabilidades si todo se va al carajo, que en definitiva
es lo que nos preocupa.
Por mi parte, no necesito que nadie
venga a revelarme la existencia del proyecto MK Ultra y los detalles de cómo
ejercer el control mental sobre alguien hasta el punto de hacerle actuar como
si fuera una persona completamente distinta, activando ese comportamiento con
una sola palabra. Mi madre ha conseguido lo mismo conmigo sin usar LSD y sin
tener el presupuesto de la CIA, basta con que pronuncie un par de frases en el
tono adecuado y me transformo en una arpía furiosa que asusta a todo el mundo
(incluida yo) menos a ella.
Supongo que por eso sigo con
interés las peripecias de estos youtubers. En el fondo me reconforta saber que
no estoy sola en la búsqueda del esclarecimiento. Ellos se las tienen que ver
con anunakis, demonios, reptilianos, extraterrestres malos, satanistas, brujos
negros, iluminatis, agencias gubernamentales, militares y políticos corruptos,
el nuevo orden mundial, el bitcoin, los chemtrails, Puigdemont, el brexit... Yo
solo tengo que aprender a desprogramarme de las muletillas de mi madre. Tengo la firme creencia de que cuando lo consiga seré inmune a cualquier trampa del sistema o jugarreta del destino. Vale que también me quedaré sin alguien a quien echarle la culpa de mi desazón existencial pero igual ya va siendo hora.